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22 años de celebrar la excelencia académica

  • Foto del escritor: Editorial Semana
    Editorial Semana
  • 29 may
  • 2 Min. de lectura



Por: José “Conny” Varela


El 22 de mayo tuve ante mí a más de mil estudiantes graduandos de las escuelas públicas y privadas de Caguas, que se distinguen por su excelencia académica.


Ya son 22 años de reconocerle y celebrarle a los jóvenes cagüeños el producto de su extraordinario trabajo académico.


Sé que para nuestros jóvenes es importante recibir un refuerzo por su trabajo. Pero, para mí esta celebración anual es siempre un día muy especial, como estoy seguro de que lo es para sus padres, abuelos, familiares y maestros.


Cada año reúno a los jóvenes graduandos de escuelas intermedias y superiores de Caguas para premiarlos por su excelencia académica. Por ellos preveo que Puerto Rico progresará, muy a pesar de la fatalidad de nuestros gobiernos recientes. En ellos está lo mejor de nuestro potencial y la alegría del idealismo por gestionar una mejor nación.


Graduarse es un logro significativo, y estos jóvenes han demostrado determinación, esfuerzo y resiliencia para lograrlo no sólo cumpliendo las expectativas, sino superándolas. Sus familias son otro motivo para celebrar.


Más que nunca, hoy el núcleo familiar es cimiento indispensable para esos jóvenes que han crecido en un Puerto Rico económicamente deprimido, quebrado, y azotado por fenómenos naturales, pandemia, y negligencia gubernamental.


De igual forma, la comunidad de maestros de nuestro país debe sentirse orgullosa de los logros alcanzados en sus estudiantes. Luchando contra incontables obstáculos, esos maestros han sacado adelante a generaciones de puertorriqueños que son orgullo para nuestra isla.


Esos maestros han sido arquitectos del conocimiento de tantos jóvenes destacados, los responsables de despertar su curiosidad y moldear sus mentes.


A todos nuestros estudiantes destacados les toca prepararse para sacar adelante a este país. La tarea no es fácil, ni es justo poner tanta carga en sus hombros. Pero, esa es la naturaleza de los desarrollos sociales, el continuo cambio con sus altas y sus bajas.


Tengo la certeza de que en nuestros jóvenes hay material de sobra para levantar a este país. Son una generación orgullosa de ser puertorriqueños.


Han visto consolidar a Puerto Rico como capital de cultura en el mundo entero por medio del talento de otros tantos jóvenes como ellos.


De ese mismo material extraordinario están hechos todos y cada uno de los jóvenes con los que compartí el 22 de mayo. Confío en que harán grandes cosas por Puerto Rico. Por lo pronto, démosle el estímulo que necesitan y procuremos legarle un Puerto Rico sobre el cual puedan construir sus vidas.

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