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A fiscalizar las ejecutorias de LUMA

Foto del escritor: Editorial SemanaEditorial Semana



Por: Jesús Santa Rodríguez


La electricidad no es un lujo. De ella dependen la iluminación y los servicios de comunicación, telefonía, radio y televisión, así como la conservación, refrigeración y mantenimiento de alimentos y medicamentos. Los cuidados médicos, diagnóstico y tratamiento de condiciones de salud serían difíciles y hasta imposibles de obtener, así como el acondicionamiento de la temperatura de hogares, negocios y hospitales, el procesamiento de aguas residuales y su potabilización para el consumo.


Hoy, nuestro país se encuentra a merced de un sistema eléctrico que no es confiable, a un costo elevado. Esto se traduce en una inseguridad energética sin precedentes que incide en la calidad de vida, y un reto para la productividad y el bienestar económico individual y del país.


Desde la privatización del servicio eléctrico entregado a LUMA en 2021 por el gobernador Pedro Pierluisi, este minimizó el deterioro en la generación y transmisión de energía y sus altos costos, a pesar del número de interrupciones continuas y prolongadas. Fue cuando perdió la primaria que le entró el alma al cuerpo e hizo el amague de fiscalizarlos, amenazando con cancelar su contrato, pero nada ha hecho.


La ahora candidata a la gobernación por el Partido Nuevo Progresista (PNP), Jenniffer González, había prometido enfrentar a LUMA y hasta rescindir este contrato, pero después de prevalecer en primaria todo ha sido sal y agua. Algunos podrían morder el anzuelo, pero no todo el pueblo es incauto. Basta con conocer el récord de indiferencia y hasta impericia en el descargo de sus funciones.


Recordemos que Jenniffer González lleva décadas ocupando puestos electivos, pero no se le conoce un solo logro a favor de Puerto Rico. Mientras presidió la Cámara de Representantes bajo el gobierno de Luis Fortuño, Jenniffer y él engrosaron la deuda de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) tomando préstamos buscando reducir artificial y convenientemente el servicio unos meses antes de las elecciones. Antes, en septiembre de 2011, ya había defendido uno de muchos incrementos en la línea de crédito de la AEE, asegurando que esa deuda no la pagaría el pueblo, pero sabemos el resultado. Solo en aquellos cuatro años, el binomio Fortuño-Jenniffer González duplicó la deuda de la AEE, de $4,500 millones a sobre $9,500 millones.


Ante este box score, la falta de interés y el vacío de liderato del Jenniffer González y el PNP durante los pasados años en torno al servicio eléctrico, el candidato a la gobernación por el Partido Popular Democrático, Jesús Manuel Ortiz, propone la evaluación puntillosa y la fiscalización de las ejecutorias de LUMA. Este contrato no puede ser para beneficiar a una sola de las partes. El primer paso será evaluar las métricas establecidas, estudiar y comparar las interrupciones en el servicio y su duración. Asimismo, se inquirirá sobre la inversión realizada y los planes de optimización operacional y administrativa para transformar el sistema en uno más confiable, según se pactó. De haber incumplido, existen opciones para su sustitución, instaurar un proceso de transición, y dar paso a la tan necesaria optimización del sistema en uno más confiable y diverso a costos razonables y competitivos.

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