Editorial Semana
Alegre reconocimiento al talento cagüeño

Por Jorge L. Pérez/JPG Media Group
Fotos Pepo Pereira/Municipio de Caguas
Caguas no solo es la ‘capital del deporte’, como suele decir el alcalde William Miranda Torres, debido a los logros de súper equipos como las Criollas en el voleibol y los Criollos en el béisbol profesional.
En los deportes de combate, encabezados por el boxeo, Caguas también ha sembrado sus huellas, con campeones como Miguel Cotto, Juanma López, Jesús Rojas y, ahora, Jonathan ‘Bomba’ González, y el municipio cuenta con algunos de los principales gimnasios de boxeo de la Isla, como el José ‘Cheo’ Aponte y el Bairoa, que siguen produciendo grandes talentos.
El ejemplo más reciente fue lo ocurrido en octubre en el prestigioso torneo de boxeo aficionado Cinturón de Oro de Ecuador.
Allí, Ecuador participó con cinco equipos, incluyendo sus selecciones nacionales de Cadete (15-16 años) y Juvenil, y también participaron equipos de Guatemala, Chile, Colombia y la República Dominicana.
Y la delegación de Puerto Rico, compuesta por 11 peleadores, quedó en segundo lugar detrás de la de Ecuador, cuando 10 de sus peleadores consiguieron medallas.
De ahí saldrán, probablemente, los próximos aspirantes a medallas en los principales torneos internacionales en los que participe Puerto Rico, incluyendo Centroamericanos o Panamericanos.
En cadetes, Juanma López, Jr. ganó oro en los 48 kilos (105 libras) y Yamil de León lo logró en los 60 kilos (132 libras).
Michaelys Ramírez (48 kilos,105 libras) y Yadiel Hernández (51 kilos, 112 libras), ganaron bronce.
En juvenil, ganaron oro Belisa López (48 kilos, 105 libras), William Colón (57 kilos, 125 libras), William Ortiz (63 kilos, 138 libras) y Angel Llanos (69 kilos, 152 libras).
Matthew Soto (67 kilos, 147 libras) y Félix Rivas (75 kilos, 165 libras) ganaron plata.
Lo curioso del caso es que siete de estos peleadores son productos de Caguas: seis de ellos -los hermanos Juanma y Belisa López, hijos del excampeón Juanma López; Rivas, William Colón, Yadiel Hernández y De León, son productos del gimnasio Cheo Aponte, aunque ahora cinco de ellos están becados en el Albergue Olímpico.
Michaelys, por su parte, pertenece al gym Bairoa.
Rivas es producto del Cheo Aponte, pero estudia en la escuela vocacional y no está becado en el Albergue, aunque sí acude ocasionalmente a entrenar allá cuando convocan a los equipos nacionales.
Rivas y Colón, de paso, utilizaron el torneo de fogueo para su participación en los primeros Juegos Panamericanos Juveniles, que se celebrarán en Cali desde el 23 de noviembre, junto a William Ortiz y Angel Llanos.
A esos cuatro se les unirá Gracemarie Quiles (112 libras), quien no viajó a Ecuador.
Todos los cagüeños, en fin, fueron objeto de un alegre reconocimiento de parte del alcalde Miranda Torres en la terraza de la alcaldía, donde también se reconoció al joven peleador profesional cagüeño y ex campeón nacional, Omar Rosario, quien ahora boxea en el profesionalismo, y a Rafael García, quien viene de ganar medallas de oro en las categoría libre y grecorromana en los 57 kilogramos (125 libras) durante los Campeonatos Panamerianos de Lucha U15 (15 años y medio) celebrados en México.
“Es un privilegio para mí y para la ciudad tener a jóvenes como ustedes”, dijo el alcalde al dirigirse a los presentes, muchos de ellos acompañados por sus padres y otros familiares.
“Son logros que requieren un gran sacrificio, ya que no hay logro sin esfuerzo”.
El alcalde conversó personalmente con cada uno de ellos y les obsequió un cuadro con una dedicatoria individualizada a cada uno, como parte de la celebración.
Cada uno de los atletas, de hecho, tenía algo interesante que contar.
Rivas, por ejemplo, quien tiene 17 años, mide 6’3”, pelea en las 165 libras, un peso “nuevo” para él, porque no hace mucho peleaba en las 132.
¿Qué pasó?
“La pandemia”, dijo con una sonrisa al explicar la subida de peso.
Juanmita, de 16 años, y Belisa, de 18, son ambos peleadores zurdos, como su famoso padre, el dos veces campeón mundial y miembro del equipo olímpico boricua de 2004, quien a menudo los ha entrenado.
Para ambos, el viaje a Ecuador representó su primera experiencia internacional, pero es seguro que no será la final.
Yamil de León, entretanto, es hijo de Carlos de León, uno de los entrenadores del Cheo Aponte, quien fue uno de los ‘coaches’ junto a Freddy Santos del equipo que viajó a Ecuador.
“El era muy bueno en gimnasia también y fue campeón en anillas”, dijo su padre sobre el peleador que pasaba tanto tiempo en el Club Gimnástico Criollo del Complejo Angel O. Berríos de Caguas como en el Cheo Aponte, que queda a pocos pasos de allí.
“Pero cuando entré al Albergue hace cuatro años, en séptimo grado, me dijeron que tenía que escoger uno de los deportes”, dijo el peleador.
Por su parte, residente en Tomás de Castro, Rafael García, de 15 años, se desarrolló en la lucha en el reconocido Club Sparta, antes de pasar también al Albergue, donde es compañer de varios de los boxeadores.
Y Omar, hijo del entrenador José ‘Pochy’ Rosario, se desarrolló primeramente en el Bairoa y luego pasó al gimnasio municipal de Gurabo, cuando su padre estuvo a cargo del mismo, antes de completar su etapa aficionada también en el Albergue.
Para todos los demás, de paso, Omar es un gran ejemplo a seguir: no solo tuvo una destacada carrera aficionada y ahora, a los 23 años, tiene marca de 5-0 con dos nocauts como junior welter en el profesionalismo, ligado a la poderosa empresa Top Rank, sino que recientemente completó su bachillerato en mercadeo en la Universidad Ana G. Méndez, de Gurabo.
“Por lo menos ya tengo mi carrera, pero la voy a dejar ahí, en reserva, mientras me concentro ahora en el boxeo”, dijo. “Después, incluso es algo que puede ayudarme a mercadear mi carrera”.