Editorial Semana
Barbados: Ejemplo de valor y patriotismo

Por: Prof. Luis Dómenech Sepúlveda
Ningún país en la historia de la humanidad ha logrado su emancipación política sin el protagonismo de una alta dosis de voluntad, carácter, orgullo, respeto propio y patriotismo por la tierra que nos vio nacer. Y esa ha sido la trayectoria histórica de Barbados cuando comprendió la importancia de su total y absoluta soberanía para hacer posible el uso de sus facultades y prerrogativas nacionales. Barbados, 21 veces más pequeña que Puerto Rico y una población de 280,000 habitantes, se ha logrado establecer como uno de los países caribeños de más desarrollo humano y estabilidad económica. Y todo ello, desde su propia independencia política lograda pacíficamente en 1966 mediante la Resolución 1514 (XV) aprobada por Naciones Unidas en 1960. La resolución fue instrumental no solo en el proceso de descolonización de Barbados, sino también de Jamaica, Trinidad y Tobago, Bahamas, Guyana, Dominica, Granada, Marta y Singapur, entre otras excolonias británicas. Por su parte, Guadalupe, Martinica y Guyana Francesa optaron por la integración convirtiéndose en estados (Lot) de Francia.
Sin embargo, la independencia lograda por estos países, incluyendo a Barbados, arrastraba consigo unos fuertes vestigios de colonialismo al mantenerse atados a la monarquía británica. Ello convertía a la Reina Isabel II en Jefa de Estados con la facultad ministerial de designar unilateralmente al Gobernador General de los países miembros tal y como ocurría con Puerto Rico cuando España y Estados Unidos designaban arbitrariamente los gobernadores de la colonia. La gran diferencia estriba en que Puerto Rico nunca, pero absolutamente nunca, ha disfrutado de su propia independencia política, jurídica y económica.
Así las cosas, tras 55 años de independencia inconclusa, Barbados entendió la necesidad de romper todo rasgo de colonialismo poniendo fin a su atadura histórica con la Reina Isabel II de Inglaterra. De esa forma Barbados se convirtió en la nueva república libre y soberana de América. Conviene destacar, sin embargo, que Guyana, Dominica y Trinidad y Tobago habían tomado la misma decisión de Barbados durante las postrimerías del siglo XX. En cambio, Jamaica, la más grande de las excolonias británicas del caribe, aunque todavía mantiene vínculos ministeriales con la Reina de Inglaterra, se anticipa que más temprano de lo esperado tome el mismo camino de Barbados.
No obstante, todos estos países se han mantenido como miembros bonafide de la “Mancomunidad británica” conformada por 54 excolonias inglesas, algunos atados y otros desligados de la Reina. Esta organización procura mantener relaciones colaborativas y pactos bilaterales similar a la Unión Europea contemporánea.
De ese modo, todos los países anteriormente mencionados en esta reseña, cuyos territorios son sustancialmente más pequeños que Puerto Rico, no solamente lograron su independencia pacíficamente durante la década de 1960, sino que han logrado un impresionante y digno desarrollo humano y crecimiento económico sostenido.
Desde luego, todavía quedan 18 “territorios no soberanos” de los cuales Puerto Rico es reconocido internacionalmente como la colonia más antigua y poblada de nuestros tiempos. ¡Es hora de mandar en nuestra propia casa!