Por Jorge L. Pérez/JPG Media Group
Fotos suministradas
En 1971, el cagüeño Luisito Dávila, a los 17 años de edad, se convirtió en el primer boxeador puertorriqueño en ganar una medalla de oro en unos Juegos Panamericanos cuando, en el certamen celebrado en Cali, Colombia, derrotó en la final al colombiano Alfonso Pérez para coronarse en las 132 libras.
Al año siguiente, Dávila, quien entrenaba de la mano de los legendarios José ‘Cheo’ Aponte y Julián Delgado, asistió a los Juegos Olímpicos de Munich, notorio por el atentado terrorista contra atletas de Israel, y fue eliminado al caer por decisión 4-1 en su combate de primera ronda ante el francés Guitry Bananier.
El colombiano Pérez, a quien había vencido un año antes, terminó ganando la medalla de bronce.
Ambas actuaciones terminaron siendo, probablemente, los puntos culminantes de la carrera deportiva del peleador que murió baleado en Puerto Rico el 31 de agosto de 1979, a la edad de 25 años
El 18 de septiembre de 2019, al develarse el monumento a los atletas cagüeños que han representado a Puerto Rico en Juegos Olímpicos, fue representado en esa actividad, que coincidió con la inauguración del Complejo Deportivo del Este, por su sobrina Carmen Dávila Estrada, y su hermana Ramona, quien reside en Connecticut.
Ramona, entretanto, dijo que “él hacía años que vivía en Hartford (Connecticut) pero fue a Puerto Rico a hacer algo con la intención de regresar”.
Nunca volvió. Dejó atrás tres hijos. Su compañera de entonces vive en Estados Unidos, según Carmen y Ramona.
“Luisito era muy buen peleador, de muy buena técnica, de un estilo depurado, alto para el peso”, dijo Orlando Piñero, administrador del gimnasio Cheo Aponte, quien lo conoció en su juventud.
Luego de sus primeras seis peleas como profesional, cinco de ellas en Puerto Rico y una en Colombia, Dávila se fue a vivir en los Estados Unidos y, radicado en Hartford, hizo el resto de su carrera en este país, y una en Canadá, amasando en total un récord de 18-7 con cinco nocauts.
Ganó sus últimas tres y su última derrota, en 1978, fue por decisión en 10 episodios ante Howard Davis, Jr., quien en 1976 había ganado la medalla de oro de las 132 libras en las Olimpiadas de Montreal.
Ahora, Brenda Dávila, una de sus hijas, quien aún vive en Hartford, se apresta a venir a Puerto Rico para, junto a su madre, poner una ofrenda floral en su nombre.
El acto está señalado para el lunes 26 de agosto a las 11:00 am frente al Monumento de los atletas Olímpicos en el complejo deportivo del Este de Caguas. (salida hacia San Lorenzo)
La escultura de los Olímpicos cagüeños, con forma de una medalla olímpica, la obra contiene en su interior las imágenes de los 20 atletas que han representado a Caguas en Juegos Olímpicos, entre ellos el nadador Celestino Pérez en 1964 hasta la competidora del héptalo Alysbeth Félix Boyer y las voleibolistas Natalia Valentín y Diana Reyes en 2016, los boxeadores Luis Dávila, Miguel Cotto y su hermano, José Miguel, Joseph Serrano, las exnadadoras Sonia Alvarez, Ana Rosa Marcial, los exnadadores Arnaldo Pérez, la voleibolista Natalia Valentín, el baloncelista Rolando Hourruitiner, en atletismo Alysbeth Félix y Félix O. Fernández, en pesas Angel Arroyo, el velerista Pedro “Pedrín” Colón y el tirador Lucas Bennazar. y naturalmente, Cano Vélez.
“Vamos a estar en Puerto Rico del 22 hasta fines de agosto, pero mi madre regresa a Estados Unidos el 28”, dijo.
“Primero yo voy a correr por primera vez en las carreras del Lola’s Challenge -el 5K, 10K y medio maratón que se corren en San Juan el fin de semana del 23 al 25 de agosto-, y después vamos a Caguas”.
Pero ella tiene una intención adicional: “Estamos recaudando fondos para llevar un donativo de $3,000 que queremos hacer, posiblemente todos los años, quizás a los niños de Caguas que estén practicando el boxeo”.
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