Redacción Editorial Semana
Cuando pierde a un ser querido, usted necesita algo más que expresar sus sentimientos. Mientras muchas personas utilizan los términos duelo y luto alternadamente, ambos tienen significados distintos. Sus diferencias tienen notables consecuencias para usted, como la persona que enfrenta la pérdida.
El duelo conlleva experimentar sus reacciones a la pérdida, (“botar el golpe”, como diríamos en Puerto Rico). En contraste, el luto es lo que hace para lidiar con esa pérdida y aprender a vivir sin ese ser amado. La Dra. Therese Rando, en su artículo 12 insights into grieving after the death of your loved one, lo plantea de la siguiente manera:
“Mientras el luto comienza expresando sus reacciones de dolor, debe incluir mucho más. Esto es porque demostrar los sentimientos no cumple con lo que necesita hacer, realizar cambios internos y externos necesarios para reincorporarse y aprender a vivir con ello”.
De acuerdo con Rando, el luto exige una serie de reajustes para lidiar, sobrellevar, compensar y adaptarse a las pérdidas. Reorientarse en términos de la relación con la persona fallecida (la transformación de una relación física a una abstracta, espiritual o basada en los recuerdos) y consigo mismo(a), cambiando todo lo necesario en su identidad y el mundo de las suposiciones. En el mundo exterior, aprendiendo a vivir saludablemente en un nuevo mundo sin su ser querido.
Un luto saludable también significa reaprender sobre el mundo frente a la ausencia de la persona amada, reconstruir el significado de su vida a la luz de esta muerte y lo que esta ha traído. Por todas esas razones, meramente expresar su dolor sin hacer los cambios y ajustes necesarios para aclimatarse a la pérdida no es lo suficiente para lidiar con esa ausencia.
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