Editorial Semana
El camposanto, legado del ser querido

Redacción Editorial Semana
Ya sea en un panteón, mausoleo familiar, un nicho o una opción para la cremación, el camposanto o cementerio provee un lugar final para el descanso eterno en el que la familia y amistades pueden acudir a rendir homenaje póstumo el legado de la persona que se nos ha ido.
Las casas funerarias pueden asistirle a escoger la propiedad que mejor se ajuste a sus deseos personales, preferencias familiares y tradiciones culturales, o los de su ser querido. También pueden ayudar a escoger una lápida o un monumento.
Existen múltiples opciones para sepultar en tierra, ya sea en un féretro o una urna, en una profundidad sencilla o doble. Mientras tanto, existen dos tipos de mausoleo: cercado y con acceso o “un cementerio dentro del cementerio”, y a la vez, privados y comunitarios. En éstos se entierra típicamente a más de una persona y para mantener la privacidad, dicha propiedad se mantiene cercada con un portón o vallado. Las tumbas en suelo tienen contenedores pre instalados que permiten un lugar de descanso más asequible para el féretro o la urna para sepultar.
Por otro lado, un columbario es un espacio designad para contener restos cremados. Puede ser largo o corto, privado o público. Son memoriales permanentes con bancos de nichos para cremación (similares a los nichos regulares, pero con entradas seguras.