Por: Prof. Luis Dómenech Sepúlveda
“Sancho, cuando los perros ladran es señal de que cabalgamos” (Rubén Darío)
El pasado domingo, 25 de agosto de 2024, en una demostración de fuerza electoral y unidad patriótica, se celebró en Isla Verde la regia y tan esperada asamblea para la presentación de los candidatos y candidatas de la Alianza Patriótica 2024 conformada por el Partido Independentista Puertorriqueño y el Movimiento Victoria Ciudadana. Sin duda alguna, la asamblea se caracterizó no tan solo por la masiva y entusiasta concurrencia, sino también por la camaradería reinante entre las dos colectividades. Pero, sobre todo, por su incomparable organización protocolaria.
Tras una entusiasta tanda de plenas de nuestro folklor musical, el Lic. Manuel Natal, candidato a alcalde de San Juan por el MVC, inició los mensajes del día reconociendo, ante todo, el grado de desprendimiento del liderato de ambas colectividades al colocar a Puerto Rico por encima de los intereses particulares de cada colectividad. Para llegar hasta aquí se ha requerido mucho diálogo, entendimiento y patriotismo individual. Nos unimos para confrontar el bipartidismo corrupto y colonial responsable absoluto de haber conducido a nuestro país a la bancarrota moral, económica, política y social de los pasados 56 años. La Alianza llegó para triunfar el próximo 5 de noviembre. Por los próximos 73 días, el bipartidismo estará enfocado en dividirnos porque saben que sus ideas no convencen. Pero ya es muy tarde para dividirnos.
Por su parte, la Lic. Ana Irma Rivera Lassén, candidata a Comisionada Residente por la Alianza, anticipó que, desde Washington, buscará la salida de la Junta de Control Fiscal creada por el Congreso estadounidense para defender los intereses de los acreedores de la deuda pública y para desmantelar los servicios esenciales de los puertorriqueños.
Finalmente, Juan Dalmau, candidato a la gobernación de Puerto Rico, indicó que, para estar aquí a nadie se le cobró $2,500 la silla. Estamos aquí por convicción y por amor a la patria. Cuando ganemos las elecciones, piensen en el Puerto Rico que veríamos: un pueblo volcado celebrando en las calles, la gente con el rostro lleno de esperanza y no arrugados con la angustia de los abusos del bipartidismo corrupto y colonial. Veremos a padres y madres abrazando a sus hijos regresando del extranjero porque pueden volver a una patria que les abre las puertas con oportunidades de empleo. Una Universidad de Puerto Rico vibrante que honra a los estudiantes en su pensamiento crítico. Un Puerto Rico próspero donde el empresario puertorriqueño no sea discriminado por los privilegios que les dan a los empresarios extranjeros. Un Puerto Rico sin Ley 22 para acabar con el abuso del desplazamiento de nuestras comunidades. Mi compromiso es que vamos a ver un Puerto Rico sin el contrato de Luma y Genera para acabar con el abuso en este país. Vamos a poder ir, incluso con aquellos que habían votado por los rojos y azules, y decirles: “vamos juntos, sin rencores, a construir una Patria Nueva en alianza, honor y dignidad”.
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