Es cuestión deprioridades
- Editorial Semana
- 13 feb
- 2 Min. de lectura

Por: José “Conny” Varela
Entonces, la administración del P.N.P., cuyos dos “logros” más importantes en los pasados 30 días han sido la Orden Administrativa “divina” para beneficiar unos pocos en La Parguera y la inercia total frente a los abusos de Donald Trump, saca una conferencia de prensa para tirar una bola de humo a sus desaciertos y querer culpar al recién juramentado Comisionado Residente en Washington, Pablo José Hernández Rivera. ¡¿Qué bonito, ah?!
En solo un mes y luego de varias reuniones de alto nivel en el Congreso, Pablo José deshizo 20 años de mentiras del P.N.P. sobre la llegada de la Estadidad y la supuesta imposibilidad de mejorar el Estado Libre Asociado. De primera mano, el Comisionado Residente confirma al país lo planteado el pasado fin de semana en la prensa, tanto por el presidente del Comité de Recursos Naturales en la Cámara federal, el republicano Bruce Westerman, como el congresista Jared Huffman, líder demócrata ante esa comisión: no hay espacio para el tema del status bajo esta administración, mucho menos para la estadidad. El líder demócrata fue más allá y se distanció de su respaldo previo a proyectos que excluyen el E.L.A. como alternativa.
Desde 1993 hasta el presente, las administraciones gubernamentales bajo el liderato del PNP han celebrado seis (6) consultas de status. De esos seis plebiscitos, los últimos cinco fueron altamente cuestionados por el electorado y burdamente cargados a favor del ideal de la estadidad. Lo más indignante es que el costo acumulado de esas cinco consultas asciende a casi 32 millones de dólares. Con $32 millones hubiéramos podido mejorar el salario de los maestros del sistema público de enseñanza, comprar equipo para nuestros policías, reparar carreteras y puentes, ayudar a los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico, o atender cualquier otra prioridad que afecta el diario vivir de los puertorriqueños. Pero no; para el PNP, las prioridades se atienden después. Pero para politiquear, para dividirnos y llevar mensajes torcidos sobre un ideal que la inmensa mayoría del pueblo no quiere, sí hay dinero. Y pregunto a usted, mi querido lector: ¿ha llegado la estadidad a Puerto Rico? ¡Claro que no!
Ahora, cuando un profesional intachable como Pablo José, con prioridades claras a favor de sus constituyentes le habla sin titubeos al País, vemos como del otro lado vienen con argumentos vagos y medias verdades.
El llamado de nuestro representante en la capital federal es claro: hay que enfocarse en la monumental tarea de levantar la actividad económica de la Isla, atender nuestros problemas sociales y levantar cabeza sobre la necesidad de una sociedad sostenible. Al gobierno actual, que se concentre en ejecutar con responsabilidad y a nombrar las decenas funcionarios que quedan pendientes para dirigir las agencias de gobierno. Es cuestión de prioridades.
El autor es representante a la Cámara por el Distrito 32 de Caguas
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