Por: Prof. Luis Dómenech Sepúlveda
“No vine a matar, vine a reclamar la libertad de mi País” (Lolita Lebrón)
En ocasión de la Semana de la Mujer no podemos menos que rendir un justo y merecido tributo a todas las mujeres puertorriqueñas, pero, sobre todo, a nuestras heroínas que a través de la historia han tenido la valentía de sacrificar vida, hacienda y libertad por el honor, la dignidad y la emancipación política de Puerto Rico. Como se sabe, los independentistas que han luchado contra el imperialismo y el colonialismo español y estadounidense han pagado un cruel e implacable precio existencial por el único delito de luchar por el honor, la dignidad y la independencia de Puerto Rico. Éstos han sido históricamente perseguidos, encarcelados, torturados y desterrados de la patria por aquello de que el invasor pueda culminar su objetivo de conquista, dominación y saqueo de la riqueza nacional. Tras poco más de cinco siglos de colonialismo (1493-2024) ni españoles ni estadounidenses han permitido que los puertorriqueños ejerzan su derecho inalienable a gobernarse a sí mismos. Ello, por mezquinos intereses hegemónicos, geopolíticos y económicos de parte del conquistador. Recuérdese que, desde entonces, Puerto Rico ha sido un gran negocio para los gobiernos ibéricos y anglosajones. De ahí el engañoso discurso del siniestro General, Nelson Miles, cuando en 1898 resaltó las virtudes de las libertades y derechos democráticos ante la presencia de las tropas estadounidenses en Puerto Rico.
Desde luego, entre los héroes de la Patria (Betances, Ruiz Belvis, Hostos, De Diego, Albizu Campos, Concepción De Gracia, Rubén Berríos), cabe destacar un selecto grupo de heroínas que, a través de la historia, fueron víctimas de la mano implacable y represiva del colonizador. Vaya, en primer lugar, nuestro tributo póstumo para María de Las Mercedes Barbudo, joven comerciante sanjuanera que, durante la década de 1820, fue arrestada y encarcelada en las mazmorras de Cuba (no había cárcel de mujeres en Puerto Rico) por intercambiar correspondencia con los rebeldes vinculados al Libertador, Simón Bolívar. María logró escapar de Cuba y se integró a los rebeldes venezolanos. En reconocimiento a su valentía y heroicidad, sus restos mortales están sepultados cerca de Simón Bolívar en la Catedral de Caracas.
Posteriormente surgieron dos patriotas de la magnitud histórica de Mariana Bracetti (Brazo de Oro) y la poetisa sangermeña, Lola Rodríguez de Tió. Mariana tuvo el honor de bordar la primera bandera puertorriqueña mientras Lola escribió el Himno Revolucionario de Puerto Rico. Ambas piezas artísticas fueron utilizadas durante el histórico Grito de Lares en 1898. Tras el Grito, Mariana fue encarcelada junto a unos 600 patriotas puertorriqueños mientras Lola fue desterrada del país y sus restos mortales yacen en el Cementerio Nacional de La Habana con instrucciones de no ser trasladados hasta que Puerto Rico logre su independencia política.
Vaya nuestro tributo igualmente para Dominga Cruz Becerril, Blanca Canales, Doris Torresola, Carmín Pérez, Isabel Rosado y Lolita Lebrón, todas ellas encarceladas tras la Masacre de Ponce, Revolución de Jayuya y el asalto al Congreso en 1954. ¡Prohibido olvidar!
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