Editorial Semana
Importancia de la inocuidad de los alimentos
Por: Editorial Semana, Inc.
Todos somos consumidores de alimentos y todos queremos que los alimentos que consumimos sean inocuos. ¿Por qué? Las enfermedades transmitidas por los alimentos pueden ser desde leves a muy graves e incluso provocar la muerte. Desde una perspectiva social, contribuyen al absentismo escolar y laboral y reducen la productividad. Si logramos incorporar colectivamente buenas prácticas de inocuidad de los alimentos en nuestras vidas cotidianas, podremos evitar las enfermedades transmitidas por los alimentos y promover la productividad. Todas las personas tienen una función que desempeñar, tanto si cultiva alimentos como si los elabora, los transporta, los almacena, los vende, los compra, los prepara o los sirve, pues la inocuidad de los alimentos está en nuestras manos.
La inocuidad de los alimentos es la ausencia -a niveles seguros y aceptables- de peligro en los alimentos que puedan dañar la salud de las consumidoras y los consumidores. Solo los alimentos inocuos satisfacen las necesidades alimentarias y contribuyen a que todas las personas tengan una vida activa y saludable.
Disponer de alimentos inocuos resulta esencial para la salud y el bienestar de las personas. Solo cuando los alimentos son inocuos podemos aprovechar plenamente su valor nutricional y los beneficios mentales y sociales de compartir una comida inocua. Los alimentos inocuos son uno de los elementos fundamentales que garantizan una salud adecuada.
Los alimentos nocivos son la causa de numerosas enfermedades y contribuyen a otras afecciones que socavan nuestra salud, como problemas de crecimiento y desarrollo, deficiencias de micronutrientes, enfermedades transmisibles y no transmisibles, así como enfermedades mentales. A nivel mundial, una de cada 10 personas se ven afectadas por las enfermedades transmitidas por los alimentos anualmente. La buena noticia es que la mayoría de estas enfermedades se puede prevenir.
Nuestro comportamiento, la forma en que creamos sistemas alimentarios y cómo organizamos las cadenas de suministro de alimentos pueden evitar que peligros infecciosos y tóxicos, patógenos microbianos (bacterias, virus y parásitos), residuos químicos, biotoxinas y otras sustancias nocivas o peligrosas acaben en nuestros platos.
Debemos transformar los sistemas alimentarios para que proporcionen una salud mejorada y debemos hacerlo de manera sostenible. Los encargados de formular políticas, los especialistas y los inversores relacionados con los sistemas alimentarios deberían reorientar sus actividades para incrementar la producción y el consumo sostenibles de alimentos inocuos a fin de mejorar los resultados relacionados con la salud. Para hacer que las dietas inocuas y saludables sean accesibles para todas las personas, las políticas agrícolas, alimentarias, comerciales y de desarrollo industrial aplicables deben promover la inocuidad de los alimentos. La realización de cambios sistémicos orientados a mejorar la salud proporcionará alimentos más inocuos, un elemento esencial para permitir el desarrollo del ser humano a largo plazo y un requisito previo para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Manténganse informados y promuevan la inocuidad de los alimentos. Los consumidores tienen poder para impulsar cambios. Eligiendo opciones alimentarias inocuas y saludables, ayudan a reducir la carga mundial de morbilidad y a respaldar sistemas alimentarios sostenibles. Obtengan más información sobre la inocuidad de los alimento. Practiquen la manipulación inocua de alimentos en el hogar. Sigan las “Cinco claves para la inocuidad de los alimentos”, a saber, mantener la limpieza, separar alimentos crudos y cocinados, cocinar completamente, mantener los alimentos a temperaturas seguras y usar agua y materias primas seguras.