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La doble vara de Jenniffer González

  • Foto del escritor: Editorial Semana
    Editorial Semana
  • 26 jun
  • 2 Min. de lectura

Por: José “Conny” Varela


La democracia se sustenta en la confianza del pueblo hacia sus líderes. Se erosiona cuando el poder se usa para premiar a los aliados y castigar a quienes se atreven a disentir. El gobierno de Jenniffer González, aún en sus primeros meses, ya ha dejado claro que no le tiembla la mano para actuar con una doble vara. Esta semana, la gobernadora protagonizó uno de los actos más evidentes de persecución política en la historia reciente de Puerto Rico, al tiempo que facilitó el paso de un proyecto de ley hecho en su oficina, en La Fortaleza, a la medida de los intereses económicos de su familia política.


La citación a Anaís Rodríguez, ex secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, para interrogatorio por parte del Departamento de Justicia se da en un contexto de represalia. Rodríguez había mantenido una postura firme frente a construcciones ilegales en zonas protegidas, particularmente en áreas como La Parguera, donde coincidentemente la familia del esposo de la gobernadora tiene propiedades e intereses comerciales. Ahora, su citación por parte del Departamento de Justicia es un acto de politiquería y persecución del estilo de la más agresiva fanfarronería autoritarista.


El mismo día de la activación del Departamento Justicia para esa vergonzosa persecución, la Cámara de Representantes aprobó un proyecto que permite la explotación de bienes del pueblo en favor de la familia del esposo de la gobernadora. El proyecto flexibiliza controles ambientales y allana el camino para privatizar lo que por derecho pertenece a todos los puertorriqueños.


Lo que vemos aquí es un patrón preocupante: el uso del poder no para servir al pueblo, sino para proteger y beneficiar a los suyos. En el caso de la ex secretaria de Recursos Naturales, no se trata solo del hostigamiento y persecución a una funcionaria valiente. Se trata del mensaje que envía esta administración: si te interpones en nuestro camino, te destruimos; si eres parte del círculo íntimo, te premiamos.


El pueblo de Puerto Rico merece algo mejor. Merece un gobierno que vele por los recursos naturales, no que los subaste. Merece funcionarios que se mantengan firmes ante la presión política, sin temor a ser perseguidos por hacer su trabajo. Merece una gobernadora que gobierne con transparencia, no con venganza.


La democracia no puede sostenerse sobre la persecución ni la corrupción disfrazada de legislación. Jenniffer González tiene una responsabilidad histórica, pero también una deuda ética. Y hoy, en ambos campos, Jenniffer está reprobada.


El autor es representante por Caguas en la Cámara de Representantes

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