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Por: María Cristina Muñoz Vega
Especialista Medios y Comunicaciones
Coordinadora Paz para la Mujer
La violencia de género no toma vacaciones: un llamado urgente a la acción al nuevo gobierno en 2025.
La época navideña, un tiempo que debería ser de alegría, encuentro y celebración, puede convertirse en un período de mayor vulnerabilidad para muchas mujeres y sus familias. Mientras la violencia de género sigue cobrando vidas, no podemos ignorar que en 2024, Puerto Rico registró 82 feminicidios, 23 de ellos íntimos, y 83 intentos de feminicidio. Estas cifras no pueden mirarse sólo como números, sino como vidas arrancadas y familias devastadas.
Desde la Coordinadora Paz para las Mujeres (CPM), Coalición Puertorriqueña contra la Violencia Doméstica y la Agresión Sexual, reafirmamos que la violencia de género es una violación a los derechos humanos que exige acción inmediata y sostenida. En un contexto de festividades donde las dinámicas familiares y las tensiones económicas pueden intensificar situaciones de violencia, hacemos un llamado urgente a la solidaridad colectiva.
La violencia de género no es un problema individual, sino estructural, que encuentra sus raíces en la desigualdad de poder, el machismo y la cultura patriarcal que normaliza el control y la violencia hacia las mujeres y personas vulnerabilizadas. Ante esta realidad, CPM exhorta a la ciudadanía a ser parte de la solución desde un enfoque de derechos humanos y respeto a la dignidad de las víctimas:
• Reconociendo la violencia como un acto de opresión: Entienda que las dinámicas de control, el maltrato psicológico, el aislamiento y la violencia física son expresiones de desigualdad de género que deben ser denunciadas y combatidas.
• Siendo un apoyo seguro y solidario: Si una mujer en riesgo se acerca a usted, escuche sin juzgar, respete su autonomía y oriéntela hacia recursos profesionales como líneas de ayuda y servicios especializados. Ofrezca apoyo basado en la solidaridad, no en el paternalismo.
• Educando y cuestionando: Reflexione sobre cómo sus propias creencias o comportamientos pueden perpetuar la violencia.
“No podemos ser espectadores(as) pasivos(as) ante la violencia que sufren tantas mujeres en nuestro país. Cada persona tiene el poder de ser un aliado o aliada activo en la lucha por los derechos de las mujeres. Esto significa ser una red de apoyo, denunciar los delitos, las injusticias y, sobre todo, no permitir que el silencio sea cómplice de más tragedias”, expresó Vilma Gonzalez Castro, directora ejecutiva de CPM.
El silencio gubernamental no sólo invisibiliza a las víctimas; perpetúa una cultura de impunidad. Desde CPM demandamos que el nuevo gobierno:
• Reconozca la violencia de género como una emergencia que aún no se ha resuelto.
• Asigne los recursos necesarios para albergues, programas de prevención y servicios de apoyo integral.
• Que los servicios de atención a las sobrevivientes sean considerados y tratados como servicios esenciales.
• Articule una respuesta integral ante la violencia de género en el archipiélago puertorriqueño.
Asegure que las políticas públicas estén fundamentadas en: un trabajo de prevención y educación salubrista, perspectiva de género, basadas en la evidencia y desarrolladas en colaboración con organizaciones que cuentan con décadas de experiencia.
“Los derechos humanos y la vida de las mujeres no son negociables ni secundarios. Exigimos un gobierno que actúe con valentía y responsabilidad histórica frente a la violencia que nos arrebata la vida”, enfatizó Gonzalez Castro.
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