Redacción Editorial Semana
La pérdida de un ser querido duele aún más en días festivos, temporada navideña, cumpleaños, aniversarios u otras fechas significativas; cuando el dolor se intensifica y se hace más profundo. Esos sentimientos son normales y se espera que ocurran. La tristeza aumenta en ocasiones especiales, pues se tiende a enfocar en la pérdida. La ausencia del ser querido altera o cambia completamente las tradiciones o costumbres compartidas, las cuales despiertan muchos recuerdos.
Además de la pena aguda que usted pueda sentir, puede experimentar otras emociones, como aferrarse al dolor que dará colorido a celebraciones anteriores o la ansiedad ante preparaciones que se hacían con calma. Es normal tener un fuerte deseo de evitar el día entero o el evento. Se puede sentir incertidumbre por no saber qué hacer y pensar que sus planes no son los adecuados.
Una de las mejores maneras de aprovechar estas fechas significativas es reconocer que las mismas serán diferentes. Es importante recordar que anticipar esos días es usualmente peor que la experiencia actual. Días festivos, cumpleaños o aniversarios pueden continuar siendo agradables para usted y otras personas; particularmente, si piensa más adelante y se comunica con éstas. Al planificar para estos días, analice las experiencias pasadas y escoja hacer las que verdaderamente se disfruten.
Necesitas modificar algunas tradiciones, especialmente si el ser querido jugó un papel significativo. Hablar con otros miembros de la familia para auscultar su opinión y discutir las preferencias como grupo. Se espera que sentimientos de tristeza salgan a flote, por lo que el apoyo mutuo es necesario.
Por ejemplo, se podría efectuar una celebración en un punto u hora poco usual. Menús y eventos novedosos también pueden planificarse. Al principio puede producir un sentimiento de vacío o extraño; pero si usted se diera tiempo para ajustarse, las nuevas experiencias permitirán comodidad y familiaridad.
Ya sea que se continúen las mismas tradiciones o se lleven a cabo nuevas, se puede seguir incluyendo al ser querido ausente. Por ejemplo, confeccionar tu bizcocho o postre favorito en el cumpleaños de tu cónyuge, para que toda la familia vaya a cenar. También tener un espacio para compartir memorias, fotos y anécdotas. Muchas personas hallan esto muy cómodo, ya que pueden expresar o reafirmar sus sentimientos por este ser querido.
Se espera la asistencia a ciertas celebraciones, como la graduación de un vecino o vecina o la boda de un/una pariente. Un grupo comunitario en el que usted y su cónyuge estaban activos celebra un ágape o compartir navideño y siempre le tocaba llevar la bandeja de entremeses. Puede encontrar estas situaciones fáciles de manejar si las considera llevar a cabo individualmente, dependiendo cómo se sienta.
Sin embargo, hay momentos que en lugar de aceptar invitaciones para fiestas y celebraciones, desea estar solo, sola o a solas con su familia. Pídales su apoyo y compañía y expliqueles que este día puede ser bien difícil y que no desea enfrentarlo solo.
Como manera de autocuidado, déle a su cuerpo y mente un lugar tranquilo y pacífico para descansar, aún cuando no haya participado en actividades extenuantes, ya que se espera sentir cansancio y tener gran necesidad de reposo durante los días feriados o fechas significativas. El dolor y procesar sus sentimientos asociados puede traer agotamiento físico y mental. Si su hogar tradicionalmente es el centro de la actividad en la temporada navideña y desea continuar la tradición, pídale ayuda extra a familiares y amistades.
Pero, estos días pueden ser llevaderos ayudando a otras personas. En el cumpleaños del ser querido o el aniversario, considera servir de voluntario(a) en una escuela, hospital, casa de retiro, centro comunal, biblioteca, museo, jardines botánicos o cualquier lugar significativo del ser querido. Igualmente, si brinda asistencia en su iglesia o lugar de adoración, refugio de personas sin hogar, repartir alimento o una misión de rescate.
La pérdida cambia todo el concepto de sí mismo(a). Pero se puede recuperar parte de la identidad atendiendo las necesidades de otras personas. Ello es una parte necesaria del proceso de sanidad que le permitirá regresar a la vida. Permite reenfocar la mente de la tristeza por la pérdida a la satisfacción de dar a otras personas.
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