Redacción Editorial Semana
Según Sesiones Científicas de 2024 de la American Heart Association, los medicamentos GLP-1 y SGLT2 pueden reducir el riesgo de que supervivientes de un derrame cerebral sufran un ataque cardíaco o un derrame cerebral en el futuro. Entre los puntos destacados de la investigación, sobresalen: • En un análisis de más de 7000 supervivientes de un derrame cerebral, aquellos que tomaban un agonista del receptor del GLP1 o un medicamento inhibidor del SGLT2 tuvieron un menor riesgo posterior de sufrir un derrame cerebral o un ataque cardíaco o de morir. Se compara con aquellos a quienes no se les recetaron estos medicamentos durante un período de seguimiento de tres años. • En el análisis se utilizaron datos de salud del Proyecto de Epidemiología de Rochester recopilados entre 2000 y 2022. El primer medicamento GLP-1 se recetó a principios de 2006 y los autores incluyeron casos a partir de 2000 para aumentar la potencia del estudio, según señalaron.
Los agonistas del receptor del GLP-1 y los inhibidores del SGLT2, dos clases de medicamentos que se recetan con mayor frecuencia para tratar la diabetes tipo 2 ó la pérdida de peso, pueden reducir el riesgo de ataque cardíaco, un segundo derrame cerebral o muerte en adultos que sufrieron un derrame cerebral inicial, según el estudio. Por otro lado, el autor principal, M. Ali Sheffeh, M.D., especialista en medicina interna e investigador de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota afirmó que “lamentablemente, una cuarta parte de las personas que sobreviven a un derrame cerebral sufrirá otro. También corren el riesgo de sufrir otros episodios cardiovasculares, como un ataque cardíaco, ya que muchos de los factores de riesgo de un derrame cerebral también están relacionados con otras formas de enfermedad cardíaca”.
“El control de estos riesgos, así como la búsqueda de nuevos enfoques para ayudar a reducir la probabilidad de otro accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco o muerte entre esta población, son pasos fundamentales para aumentar la supervivencia a los derrames cerebrales y mejorar la calidad de vida de las personas que han sufrido un derrame cerebral”, añadió Sheffeh. Él y sus colegas evaluaron si dos clases de medicamentos para tratar la diabetes tipo 2 están relacionadas con un menor riesgo de ataque cardíaco, derrame cerebral secundario o muerte en los supervivientes de un derrame cerebral.
Uno de estos medicamentos, los agonistas del receptor del péptido similar al glucagón 1 (GLP-1), trata la diabetes tipo 2 al estimular la liberación de insulina por el páncreas. Retrasa el vaciamiento gástrico y disminuir la liberación de glucagón, una hormona del cuerpo que aumenta el azúcar en sangre.
Los medicamentos GLP-1 liraglutida y semaglutida, así como el GLP-1 dual y el polipéptido insulinotrópico independiente de la glucosa (GIP) tirzepatida, están aprobados por la Food & Drug Administration (FDA, Administración de Alimentos y Medicamentos) de los Estados Unidos para la pérdida de peso y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares en personas obesas o con sobrepeso. Otros medicamentos, inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa 2 (SGLT2), reducen los niveles de azúcar en sangre al inducir a los riñones a eliminar el exceso de glucosa del cuerpo a través de la orina. Los medicamentos SGLT2 canagliflozina, dapagliflozina, empagliflozina y ertugliflozina están aprobados por la FDA para tratar de la diabetes tipo 2. Para analizar el impacto de estos medicamentos, el estudio revisó los registros médicos de más de 7,000 adultos que sufrieron derrames cerebrales isquémicos o causados por coágulos, entre enero de 2000 y junio de 2022. Los investigadores evaluaron los resultados de las personas a las que se les recetó un medicamento GLP-1 ó SGLT2 después de su derrame cerebral inicial para determinar si tenían un impacto potencial en el riesgo de un segundo derrame cerebral, un ataque cardíaco o muerte. Representan aproximadamente el 85% de todos los derrames cerebrales y son producto de una falta de flujo sanguíneo al cerebro debido a un coágulo. Esto ocurre cuando un vaso que suministra sangre al cerebro se obstruye debido a la placa, o depósitos de grasa, dentro de la pared del vaso. La placa puede provocar el estrechamiento de vasos, lo que inhibe el flujo sanguíneo o puede provocar que un coágulo se desprenda en otra parte del cuerpo y se desplace a vasos más pequeños cerca del cerebro, donde provoca un bloqueo.
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