¿Por qué celebrar este 1ro de mayo?
- Editorial Semana
- 1 may
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Por: Juan Illich Hernández
Este 1ro de mayo del 2025 a diferencia de otros años pasados no es que tenga un significado distinto al que los anteriores se haya conmemorado. Sin embargo, existen un sinnúmero de justos reclamos y derechos que se están violando inconstitucionalmente en estos momentos históricos que competen ser denunciados. Desde el supuesto regreso de la ultraderecha tiránica en países que fueron lo opuesto como Alemania, Francia, Italia, hasta el inexorable derecho a la educación y la maldita estrangulación asfixiante de la inflación socioeconómica han hecho de esta etapa transicional una en descomposición psicológica, sociológica, económica, ambiental e histórica a nivel cultural.
Queda claro, que con los irrefrenables destellos de una tercera guerra mundial la cual no solamente descansó en lo que hizo y deshizo la pandemia del Covid-19 en el mercado o salud pública, sino también entre la interminable lucha de Rusia versus Ucrania, actualmente estamos aún resistiendo quién es el país con mayor dominio a nivel global. Como producto de este ultraje o pornografía en términos psicoemocionales y hasta sociales se hace mandatorio el aunar los diversos sectores de trabajadores para combatir contra todo tipo de injusticias que anda desarrollando el ámbito financiero.
Es en ese sentido, que más allá de estar conmemorando esa sangrienta represión que sufrieron los obreros/as de la fábrica McCornick en el Estado de Chicago en el 1886 por buscar mejoras a las condiciones laborales, sobre todo a una digna paga y jornada de trabajo de 8 horas, el salir a la calle es indispensable. A pesar de la prescrita y meditada agenda sociopolítica de trabajo que en esos tiempos de antaño tenía la clase empresarial, en la actualidad tampoco parece estar ajena de los diversos desmantelamientos que se están intentando hacer valer. La mejor imagen de este mezquino crimen se ilustra con el venidero cierre del Departamento de Educación Federal, hecho que tampoco podría desprenderse de la realidad social de Puerto Rico ya que esto precisamente había pasado. En el 2006, nuestro Departamento de Educación estaba en un momento de insolvencia total cuando se tuvo que recurrir a un cierre momentáneo con los agresivos subterfugios legislativos y senatoriales, cosa que abonó a que se desarrollara el detestable impuesto del 7 % para disque combatir contra esos déficits presupuestarios.
Así que, este 1ro de mayo no meramente se batalla contra las políticas de austeridad impuestas por Donald Trump y su gabinete cuasi progresista, sino también se rememoran los distintos ataques a la clase trabajadora. Son los mecanismos de defensa como el derecho a la huelga y a su vez a la misma protesta los instrumentos esenciales para ejercer cambios significativos en lo que concierne a la toma de decisiones.
Es por ello, que una de las múltiples formas en que podemos establecer lazos sociales y afectivos hacia la comunidad a la que estamos inmersos resulta ser la indignación. Evidentemente, la ignominia exalta, conmueve, masifica, dignifica y moviliza a todo ser que sienta cada injustica como si fuera propia, justamente como dice Ernesto Guevara (1950). Ha sido este mar de emociones y sentires que acontecen grandes levantamientos sociales/comunitarios. Los mejores escenarios que dan una creíble información y dato atinado sobre estos hechos históricos es la salida de la marina militar en Vieques como también lo fue el inolvidable verano del 2019.
Por tal razón, existen múltiples razones de cómo interpretar el porqué es importante el salir este 1ro de mayo a la calle a protestar, puesto que ejerciendo presión es que surgen los debidos cambios sociales.
Columna del Taller de Investigaciones Históricas Juan D. Hernández
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