Editorial Semana
Primavera de Esperanza

Por: Myrna L. Carrión Parrilla
Termina el mes de marzo y se acerca la primavera. Mientras tanto, nos mantenemos en alerta, en espera de ver cómo los asuntos relacionados con la pandemia se desarrollan en nuestro país.
De seguro que muchos ya no quisieramos hablar de esto, pero al otro lado del mundo, en países del oriente, escuchamos y las noticias informan sobre nuevos repuntes que aunque pronto hasta aqui no han llegado no dejan de ser una amenaz, si recordamos lo que hasta el momento ha sucedido, cada vez que poe esos lugares un repunte se asoma.
Caminamos por pueblos y ciudades, por comercios y actividades y aunque muchos mantienen el uso de la mascarilla, por lo demás, tal parece que ya no hay Pandemia.
Casi a lo que llamamos normal, hemos regresado, quizás por los resultados de pruebas que mantienen al COVID medio controlado, o quizás porque ya nos hemos acostumbrado. Sin embargo mycoplasma e influenza se han regado, asi que mejor que la mascarilla mantengamos.
Se acerca la primavera, y con ella el clima cambia y con esto, el ánimo de la gente de un país tropical, en el que la primavera comienza a presentarnos colores, nos acerca un radiante sol y enciende en muchos ese espíritu caribeño lleno de alegría y pasión.
Es importante recordar que mientras en el trópico se acerca una primavera de esperanza, al otro lado del mundo, no solo repuntes de contagios se manejan, muchos otros mueren en una guerra que muchos no pueden sus razones definir y otros plantean diversas teorías, que al final del día, solo sangre y destrucción es lo que dejan.
Estoy segura que no queremos más pandemia, ni repuntes, ni cierres, ni nada que nos lleve a echar atrás lo que hemos logrado.
Bastante nos queda por atender y es tiempo de estar en alerta pero mas que por la pandemia por el impacto de una guerra que arranca de su patria a niños y mujeres y deja a su hombres expuestos a la muerte, por defender su país, lo que sienten, lo que son y lo que han trabajado.
Ya se comenta del impacto que esta guerra tendrá en el mundo y Puerto Rico no será la excepción.
Mantengámonos alerta y preparados para la ocasión. Recordemos que el mundo, se nos hace cada vez más pequeño,por lo que debemos vivir preparados e insertados en el diálogo mundial.
A pesar de los pesares, caminemos hacia delante y que llegue para todos, una primavera de esperanza.