Por Jorge L. Pérez/Municipio de Caguas
Foto y afiche por Municipio de Caguas
El Municipio Autónomo de Caguas desea agradecer y recordar la gesta y trayectoria de grandes cagüeños que han dado gloria a nuestra ciudad en diferentes facetas. De esta forma reconocemos a estos criollos que, por sus ejecutorias, dejaron huella en nuestros corazones. Algunos ya partieron de este mundo, pero otros, aunque ya retirados de sus labores, permanecen felizmente con nosotros.
Hoy, tomando como referencia la conmemoración de los 30 años del regreso de los Criollos de Béisbol al Estadio Yldefonso Solá Morales, recordamos a…
Enrique ‘Quique’ Hernández…no solo fue un innovador dueño de los Criollos de Caguas, a quien se le atribuye haber resucitado a esa franquicia del béisbol profesional, sino un versátil empresario que incluso incursionó en la política.
De personalidad alegre y chispeante, Quique, quien formó parte de uno de los momentos más impactantes del béisbol boricua, con dueños de gran relieve y elocuencia como Chiro Cangiano, Reinaldo ‘Poto’ Paniagua, Luis Iván Méndez y Luis Gómez, administradores como Hiram Cuevas, Roberto Inclán y José ‘Che’ Conde, y un analista de primer orden en Carlos Pieve, en una época en la que todavía las grandes estrellas jugaban en la Isla, adquirió a los Criollos en 1992 y estuvo al mando del equipo hasta 2000, cuando se dedicó de lleno a la política.
Como dueño de equipo, fue el responsable del regreso de los Criollos al Estadio Yldefonso Solá Morales, con una regia inauguración en el 1994, que coincidentemente tuvo como presidente del Comité Organizador, al recordado exalcalde William Miranda Marín.
Quique revolucionó la liga en la manera de administrar a una novena, con la instalación de grama artificial en el Estadio Yldefonso Solá Morales, lo que no permitió una suspensión por lluvia en siete años.
Asimismo, innovó con la transmisión por televisión de todos los partidos locales, la instalación de televisores en todas las cantinas y los baños, para evitar que los fanáticos se perdieran un segundo de acción de los encuentros, y un moderno Sport Bar en los altos del estadio, entre otras novedades.
En su última temporada el equipo llegó a la Serie Final, donde se enfrentó a los Leones de Ponce.
Bajo su presidencia contó con jugadores como Iván Rodríguez, Juan ‘Igor’ González, Rubén ‘El Indio’ Sierra, Hiram Bocachica, Eduardo Pérez, Ramón Castro, Álex Cora, Álex Cintrón y Alexis Ríos.
Hernández también es recordado por su faceta como empresario. Fue dueño fundador del restaurante de comida mexicana El Mariachi y también creó las franquicias Doble 6 y Bufalo Wings, los negocios La Tasca, Bardos Sport Bar, Las Vegas y Quique Cash & Carry, entre otros.
Quique sufrió un percance de salud mientras estaba de viaje en enero de 2011 y fue recluido en el hospital Hima de Caguas, donde, al determinarse que había sufrido de muerte cerebral, la familia decidió desconectarle las máquinas y murió oficialmente el 20 de enero de ese año.
Fue velado en el Pabellón de la Fama del Deporte Cagüeño y posteriormente su cuerpo fue cremado.
Pero más allá de los estrictos datos biográficos, Quique fue un hombre querido y respetado por muchos, como recuerda su amigo, Lucas Casillas.
“Fuimos amigos desde que éramos jóvenes y seguimos siéndolo toda la vida, aunque yo era bastante mayor que él”, recordó Lucas, de 79 años, dueño, desde hace 42 años, del establecimiento de enmarcados y artículos de arte, Laminados de Todas Clases.
“Nuestra relación fue principalmente como comerciantes, aunque compartíamos mucho: comíamos juntos y discutíamos nuevas ideas de negocios”.
“Yo fui, incluso, quien un día le dije, mientras caminábamos, que me gustaría que comprara al equipo de los Criollos, porque parecía que los dueños querían salir de él, y le gustó la idea”.
Riendo, agregó: “También fui quien le entusiasmó a postularse por la alcaldía en 2000”.
“Pero puedo decir que Quique fue el mejor comerciante que yo he conocido en toda la vida. Un hombre recto, cumplidor en todos los sentidos”.
“Nunca fumó ni bebió y le gustaban los gallos, pero lo especial es que en todo lo que él hacía, venía con ideas nuevas”.
“Cuando abrió el restaurante en el parque, hizo una fiesta enorme, en la que trajo a cantar a Felito Félix, que entonces estaba bien ‘pegao’, y yo, que también cantaba y había sido primera voz por muchos años, también canté. Y la gente ni cabía en el ‘parking”, recordó jocosamente.
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