Editorial Semana
Terapia ocupacional en niños y niñas con Síndrome Down
Redacción Editorial Semana
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El Síndrome Down no es enfermedad, sino una alteración genética en la que se nace con un cromosoma extra en el cromosoma 21. Esta forma se denomina trisomía 21 causando dificultades en el desarrollo físico y mental del niño. Existen otros dos tipos: mosaicismo y translocación.
Según la terapeuta ocupacional Liza Fonseca, algunos niños con SD son completamente saludables. Otros pueden presentar condiciones médicas como: cardiopatías congénitas, hipertensión pulmonar, problemas visuales o auditivos, problemas en la tiroides, trastornos convulsivos, problemas respiratorios, problemas digestivos y obesidad. Afortunadamente, pueden controlarse con el debido cuidado médico.
Comparten ciertos rasgos como: cara aplanada, ojos almendrados, orejas, manos y pies pequeños, cuello corto, flexibilidad excesiva, y lengua que sobresale. Otra característica común es el bajo tono muscular o hipotonía. Puede afectar la alimentación, comunicación, desarrollo motor y habilidades básicas como comer, vestirse y aprender a usar el baño.
Por otro lado, Fonseca indicó que el terapeuta ocupacional está capacitado para trabajar con niños(as) con SD, ayudándoles a alcanzar independencia y mejor calidad de vida. Mediante el juego, se estimula el desarrollo de destrezas motoras finas y amplias, sensoriales, perceptuales, cognitivas y de cuidado propio, entre otras. Ayuda a que explore su medio ambiente a través de los sentidos.
Aplica ejercicios para promover el movimiento deseado, como alcanzar un objeto, elevar su cabeza desde posición boca abajo, voltearse, lograr sentarse y gatear. Facilita utilizar los juguetes con propósito, para adquirir los agarres adecuados que les preparen en destrezas escolares futuras y otras facetas de su vida diaria. Además, integrar el uso de equipo adaptado para realizar actividades como comer con una cuchara o plato especializado.