Una cagüeña contra las Criollas

Andrea Fuentes hace un acomodo por Santurce en la final contra Caguas.

Por Jorge L. Pérez/JPG Media Group

Fotos Pepo Pereira/Municipio de Caguas

Luego de una exitosa carrera colegial en Estados Unidos, cuando jugó con Misuri y Wake Forest (Carolina del Norte), Andrea Fuentes fue la primera selección del sorteo de novatos y jugadoras de nuevo ingreso del voleibol femenino en 2024.

No solo eso, la acomodadora cagüeña, quien formó parte de la selección nacional en 2023 antes de jugar en la liga boricua, fue escogida por las Criollas de Caguas, que incluso, en una acción poco común con una novata, de inmediato la nombraron capitana del equipo.

Pero no todo salió como se esperaba: Caguas la canjeó a las Changas de Naranjito a mediados de esa temporada y las Changas, a su vez, la enviaron en otro canje a las Cangrejeras de Santurce antes de esta temporada.

“Para mí fue un honor y un privilegio que Caguas me escogiera”, dijo recientemente la jugadora de 6-1 de estatura y 25 años de edad.

“Aunque no me desarrollé como jugadora en Caguas, yo siempre fui fanática del equipo y siempre iba a los juegos en la cancha grande (la Héctor Solá Bezares)”.

Más bien, Andrea, cuya familia residía en Los Prados, “bien cerquita de la cancha”), estudió desde séptimo grado hasta cuarto año en la Baldwin School, de Guaynabo, y jugó para clubes del Area Metropolitana.

“Pero viví en Caguas hasta los 16 o 17 años, aunque ahora vivo en Guaynabo”, agregó.

Su paso por las Criollas no fue como esperaba, pero tampoco le sorprendió el cambio.

“Estaba preparada para eso”, dijo. “La temporada pasada fue una en la que el equipo hizo muchos cambios, y creo que tuvieron hasta como siete refuerzos, así que yo sabía que en cualquier momento podían cambiarme”.

En el cambio a Santurce, Naranjito recibió a la gran acomodadora cagüeña Natalia Valentín y Ashley Vázquez, por Andrea y Wilmarie Rivera.

Pero el paso de Andrea por las Criollas fue tan breve, que ella guarda pocos recuerdos del mismo.

“Prácticamente, la única jugadora del equipo de ahora de la que fui compañera el año pasado es Diana (Reyes), quien es mi amiga y la saludo siempre, pero no jugué con nadie del resto del equipo, aunque muchas son mis amigas por estar en el voleibol, no por haber sido compañeras”.

Tal vez por esa razón -o meramente por profesionalismo-, Andrea no siente nada especial por jugar contra Caguas como acomodadora regular de las Cangrejeras en la serie final.

“Nada… me preparé igual que siempre, como lo hago para jugar contra cualquier otro equipo”, concluyó.