Por Jorge L. Pérez/JPG Media Group
Foto Pepo Pereira/Municipio de Caguas
A la edad de 18 años, Juan Manuel ‘Juanma’ López era un peleador muy parecido a como es Juanmita López, su hijo de 18 años, quien acaba de clasificar para las Olimpiadas de París en las 112 libras.
“Juanma también era zurdo y boxeaba bastante, se movía”, dijo el cagüeño Alex Caraballo, quien ha tenido la dicha de enfrenarlos a ambos.
“Juanmita es un poco más técnico y boxea mucho, pero si hay que fajarse lo hace también”, agregó. “Y él siempre sabe que es lo que tiene que hacer en un momento dado”.
“Pero Juanma tenía gran pegada”, dijo, “y empezó a depender de conectar un solo golpe”.
Caraballo, figura perpetua en el gimnasio Cheo Aponte, de Caguas, los entrenó a ambos en ese legendario recinto boxístico.
“Yo estuve yendo al Cheo Aponte, cuando estaba en el Solá Morales, cuando era boxeador aficionado, antes de que mi familia se mudara a Hartford, Connecticut, y yo viviera allí de 1988 a 1993”, recordó.
En Connecticut, hizo su corta carrera como peleador profesional –“hice tres peleas y la perdí las tres- y también empecé como entrenador”.
“Cuando regresé en 1993, volví al Cheo Aponte, donde ya estaba Orlando Piñero, y empecé a ir a entrenar, pero cuando le dije que quería volver a pelear, Piñero me dijo: ‘No, tú te quedas aquí como entrenador’”.
Hasta el sol de hoy.
Ayudando a Piñero, Caraballo estuvo a cargo de varios peleadores prominentes, como el campeón Alex ‘El Nene’ Sánchez y Henry Bruseles.
Juanma, nacido en Juncos, entrenaba en ese pueblo, “pero su entrenador a veces lo traía para yo lo ayudara, porque él no sabía entrenar a zurdos”.
“Y después empezó a venir él solo, para que yo lo entrenara”.
En el aficionismo, Juanma fue poco menos que imbatible, siendo campeón nacional cinco años seguidos en las 112 y 119 libras, sin perder ni una pelea, y conquistó el último campeonato nacional al vencer al dominicao radicado en Puerto Rico (y futuro campeón mundial) Juan Mercedes, en una eliminatoria.
Entonces clasificó para representar a Puerto Rico en las Olimpiadas de 2004 en Atenas, en las 119 libras, cuando perdió en la primera ronda.
Al año siguiente ya estaba firmando con el manejador Peter Rivera, quien antes había dirigido a Miguel Cotto e Iván Calderón, entre otros, y con la poderosa empresa Top Rank.
“Ya Juanma estaba bastante avanzado en su carrera profesional cuando empezó a traer a Juanmita al gimnasio”, dijo Caraballo.
“Juanmita empezó en el boxeo a los cuatro años”.
Posteriormente Juanmita siguió entrenando en el Cheo Aponte y prosiguiendo su carrera como boxeador juvenil a la par que su padre se convertía en una estrella y ganaba campeonatos mundiales en las 122 y 126 libras.
Tarde en su carrera, Juanma, quien amasó un récord de 36-6-1 y 32 nocauts), estuvo con otros entrenadores y se llevó consigo a Juanmita y a Belisa, su hija que también boxea, ambos hijos de su matrimonio con Bárbara de Jesús,m pero eventualmente Juanmita, quien completaría sus estudios de escuela superior en el Albergue Olímpico, quiso regresar al Cheo Aponte para volver a entrenar con Caraballo.
“Los dos, tanto Juanma como Juanmita, siempre han sido serios y disciplinados en su entrenamiento”, dijo el veterano entrenador. “Juanma era uno que me decía que quería entrenar más cuando yo creía que estaba cansado”.
Pero Caraballo no interviene en la carrera de Juanmita, igual que no intervino en la de Juanma, salvo en el gimnasio.
“Yo siempre creo en tomar las cosas con calma, paso a paso”, dijo. “Ahora tenemos que concentrranos en una cosa, las Olimpiadas., Después, se verá lo que pase”.
“Por ahora él parece inclinado a hacer otro ciclo completo como aficionado (hasta 2028), pero eso va a depender de lo que le ofrezca el Copur”.