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La combinación de consumo persistente de tabaco y prediabetes (niveles de azúcar en sangre más altos de lo normal que podrÃan convertirse en diabetes tipo 2) triplica el riesgo de derrame cerebral en adultos jóvenes que no tienen otros factores de riesgo cardiovasculares, según un estudio preliminar que se presentó recientemente en las Sesiones CientÃficas de 2023 de la American Heart Association en Filadelfia.
Los investigadores utilizaron la Muestra Nacional de Pacientes Hospitalizados, una gran base de datos nacional que analiza las admisiones en todo Estados Unidos en 2019 de más de un millón de jóvenes entre 18 y 44 años de edad que consumen tabaco.
Las personas investigadas se consideran metabólicamente sanas sin factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares conocidas como presión arterial alta, diabetes tipo 2, colesterol alto u obesidad. TenÃan diagnóstico anotado en sus registros médicos como consumidores persistentes o, a largo plazo, dependientes de la nicotina con dificultades para reducir su consumo.
De los admitidos en el hospital, aproximadamente dos de cada 1,000 tenÃan prediabetes y eran tabaco dependientes. Estas personas también tienen mayor riesgo de sufrir enfermedades cardÃacas y derrames cerebrales. Sin embargo, puede reducirse mediante cambios en el estilo de vida, como consumir alimentos saludables, perder peso y aumentar la actividad fÃsica.
Al comparar a los consumidores de tabaco hospitalizados con prediabetes con aquellos sin prediabetes, los investigadores determinaron lo siguiente:
• Tasas más altas de enfermedad pulmonar obstructiva (19.2 % vs. 11.7 %, respectivamente), ataque cardÃaco anterior (1.5 % vs. 0.4 %, respectivamente) y enfermedad renal crónica (2.5 % vs. 0.9 %, respectivamente).
• Una mayor probabilidad de que la hospitalización se debiera a un ataque cardÃaco, derrame cerebral o insuficiencia cardÃaca (2.9 % vs. 1.4 %, respectivamente).
•Que se debiera a un derrame cerebral (1.9 % vs. 0.5 %, respectivamente).
Después de realizar ajustes en función de numerosos factores posibles que también podrÃan haber influido (como la edad, la raza, el sexo, los ingresos del hogar, el abuso de alcohol o drogas y algunas otras afecciones médicas), esta población tenÃa un riesgo 3.31 veces mayor de que la hospitalización se debiera a un derrame cerebral.
El estudio consistió en un análisis de registros médicos electrónicos de la mencionada muestra en 2019. La base de datos registra entre siete y ocho millones de admisiones hospitalarias cada año.
El análisis incluyó todas las formas de consumo de tabaco, pero no se dispuso de información adicional para categorizar el tipo de uso. Sin embargo, tuvo varias limitaciones: examinó datos de pacientes de registros hospitalarios; utilizó de una base de datos que puede incluir errores de codificación; faltaba información sobre el motivo exacto de cada hospitalización; y no habÃa datos de seguimiento.