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El cáncer de ovario es un tumor maligno que se origina en los ovarios o trompas. No existe forma de prevenirlo, pero hay factores que reducen padecerlo, como las lactancias prolongadas o el uso de tratamiento anticonceptivos hormonales.
No es muy frecuente, constituye el 3% de todos los cánceres de la mujer, sin embargo, es la primera causa de mortalidad por cáncer ginecológico y la cuarta causa de muerte por cualquier cáncer debido a lo tardÃo de su diagnóstico, pues no provoca sÃntomas hasta etapas muy avanzadas.
Durante un examen pélvico, el profesional de la salud palpa el tamaño, la forma y la consistencia de los ovarios y el útero. Un examen pélvico puede ser útil porque puede encontrar algunos cánceres femeninos en una etapa temprana, pero la mayorÃa de los tumores de ovario tempranos son difÃciles o imposibles de palpar.
Las pruebas de detección utilizadas para el cáncer de cuello uterino, como la prueba de Papanicolaou o la prueba del VPH (virus del papiloma humano), no son pruebas eficaces para el cáncer de ovario. En raras ocasiones, los cánceres de ovario se detectan mediante pruebas de Papanicolaou, pero por lo general se encuentran en una etapa avanzada.
Consulte a un médico si tiene sÃntomas. Estos pueden incluir dolor pelvico o abdominal, pérdida de peso, dolor de espalda, estrenimiento, necesidad frecuente de orinar, sangrado vaginal entre periodos, pérdida de apetito o saciedad muy rápida, hinchazón abdominal y cansancio excesivo.
Cuando se considera que el cáncer de ovario es una posible causa de estos sÃntomas, por lo general ya se ha propagado. Además, algunos tipos de cáncer de ovario pueden diseminarse rápidamente a los órganos cercanos.
La atención inmediata a los sÃntomas puede mejorar las probabilidades de un diagnóstico temprano y un tratamiento exitoso. Si tiene sÃntomas similares a los del cáncer de ovario casi a diario durante más de unas pocas semanas, informe de inmediato a su profesional de la salud.