Por: Lilliam Maldonado Cordero
Parece que fue ayer cuando recibimos el año 2023 y ya le estamos abriendo la puerta de salida.
Algunos lo dejan atrás con pena, pues seguramente fue un año generoso con ellos. Hubo familias que dieron la bienvenida a nuevos miembros para aumentar su tamaño y sumar alegrías. Otros lograron alcanzar metas trazadas, entre ellas un nuevo empleo, completar un grado académico, sobreponerse a alguna enfermedad o reunirse con personas amadas de quienes estuvieron separadas.
En contraste, otras personas no pueden esperar que suenen las doce campanadas de la medianoche del emblemático 31 de diciembre para comerse las uvas, echar las cacerolas de agua por el balcón para fuera, bendecir la casa, llorar por las pérdidas y algunas experiencias vividas, y decirle al 2023 “hasta la vista, baby”.
Finalmente, estamos los perennemente optimistas. Somos los que insistimos en ver el lado bueno y aleccionador de todo, pues confiamos que somos criaturas en continua evolución buscando mejorar y aportar a que el entorno sea más armonioso.
El genial actor silente, compositor y comediante Charles Chaplin, quien amasó una prolífica vida de 88 años, compartió cuatro principios o máximas sobre las que merece la pena reflexionar:
“1. Nada es para siempre, ni siquiera nuestros problemas.
2. Me encanta caminar en la lluvia, pues nadie puede notar mis lágrimas.
3. El día en el que más habremos perdido será aquel en el que no hayamos reído.
4. Los mejores seis doctores del mundo son: el Sol, el descanso, el ejercicio, la dieta, el autorrespeto y los amigos.
”Mantente cerca de ellos durante todas las etapas de tu vida para que puedas disfrutar de una vida saludable. Cuando mires la Luna, verás la belleza de Dios. Cuando sientas el sol, sentirás el poder de Dios. Cuando mires al espejo, verás la más grande creación de Dios, así que cree en El. Todos somos turistas, Dios es nuestro agente de viajes: tiene todas las rutas identificadas para nosotros y reservaciones para todos nuestros destinos. Confía en El y disfruta del viaje. La vida es solo un viaje, por lo tanto, disfruta de tu vida. Puede ser que Mañana no llegue”.
Aunque muchos podrían etiquetar esta propuesta como existencialista, especialmente aquellos que tienden más hacia el lado fundamentalista de la conciencia humana, no es menos cierto que guarda una relación cercana con el libro bíblico de El Eclesiastés, que nos enfatiza la naturaleza transitoria de la vida, que hay un tiempo para todo y para cada una de sus etapas, y que es importante reconocer que la primera y última parada de este peregrinaje misterioso es Dios.
Por lo tanto, recordemos todo lo bueno y malo que nos ha dejado el 2023, ya sea para no repetir errores o para guardar en el álbum de los recuerdos todo lo que nos hizo amar, reunirnos, abrazar y crecer. Y este 2024 que nos llega con olor a nuevo, atesoremos cada uno de sus días para hacer lo mejor posible y hacerlo mejor que el anterior. Abracemos la vida con pasión y fortaleza, hallando belleza y gozo en los placeres más simples, apreciando lo vivo, lo inerte, lo visible y lo invisible que nos rodea, nutramos nuestro espíritu y abandonémonos en el viaje de esta vida que Dios nos ha dado.
¡Adiós y gracias, 2023! ¡Bienvenido… y gracias por adelantado, 2024!
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