Por: Prof. Luis Dómenech Sepúlveda
El reciente fallecimiento de Desmont Tutu, arzobispo anglicano de Sudáfrica y recipiente del Premio Nobel de la Paz por su trayectoria a favor de la justicia social, la igualdad y los derechos humanos, representa sin duda, una de las pérdidas humanas más notables del recién concluido año 2021. Junto a Nelson Mandela, representa una de las voces sudafricanas más influyentes, ilustradas, dignas y respetadas de todos los tiempos y representa, a su vez, una de las últimas reservas de la consciencia de los pueblos. Luchó incansablemente contra el Apartheid sudafricano inspirado en la dignidad de los seres humanos sin importar credo, etnia o color de la piel. Dotado de una personalidad afable, respetuosa, conciliador y de un vibrante sentido del humor, Desmont Tutu logró convertirse en un influyente agente de cambio no solamente en su atribulado país, sino también en todos los confines del mundo contemporáneo.
Es decir, Desmost Tutu, pertenece por derecho propio a un linaje de próceres mundialmente reconocidos de la magnitud histórica de Nelson Mandela, Mahatma Gandhi, Dalai Lama, Martín Luther King, Simón Bolívar, José Martí y Madre Teresa de Calcuta, entre otros. Todos ellos y ellas lograron, desde sus respectivas trincheras humanitarias, cambios significativos en la consciencia de los pueblos.
Afortunadamente, Puerto Rico también ha tenido su cuota de próceres y libertadores de la magnitud histórica de Eugenio María de Hostos, Ramón Emeterio Betances, Lola Rodríguez de Tió, José De Diego, Pedro Albizu Campos, Gilberto Concepción de Gracia y nuestra religiosa, Sor Isolina Ferré. Sin lugar a duda, el legado de cada uno de ellos y ellas ha hecho posible la formación indestructible de nuestra propia personalidad e identidad como país caribeño y latinoamericano.
Precisamente, el próximo martes, 11 de enero de 2022, se conmemora el Nataticio # 183 (1839-2022) del Prócer Eugenio María de Hostos, uno de los intelectuales puertorriqueños más reconocidos de todos los tiempos a nivel internacional. Nativo de Mayagüez, Hostos fue seleccionado por la UNESCO entre los cincuenta educadores más importantes de la historia de la educación y se le reconoce como el Padre de la Educación de la República Dominicana por haber fundado allí la primera Escuela de Pedagogía durante el siglo XIX.
Hostos consagró su vida a luchar por la igualdad, la libertad y los derechos humanos en épocas donde predominaba la represión y la persecución de parte del despotismo gubernamental del siglo 19. En Perú luchó por la libertad y dignidad de los emigrantes chinos que habían sido sometidos a la explotación y esclavitud laboral mientras que en Chile promovió el derecho de las mujeres a una educación científica e igualitaria a la educación de los hombres. Hostos escribió “La peregrinación de Bayoán” primera novela escrita por un puertorriqueño, como también el famoso tratado de sociología, “La Moral Social”, libro que aún conserva su vigencia como lectura obligada en los programas universitarios. De ahí su merecido reconocimiento como “Ciudadano de América”.
Hostos y Desmont Tutu viven. ¡Feliz Día de Reyes!