Redacción Editorial Semana, Inc.
Cuando usted planifica un arreglo fúnebre para sí mismo(a) o para un ser querido, hay muchas decisiones que tomar. No existe “un tamaño para todos”, y por esta razón el costo promedio puede variar. Un funeral o velatorio puede ser un evento simple o una ceremonia elaborada, puede costar mucho o poco y cada exequia fúnebre es distinta de la misma manera que cada persona es diferente.
Independientemente de su sencillez o extravagancia, un servicio fúnebre es una ocasión importante en casi todas las culturas. Sirve para celebrar la vida o lamentar la pérdida de un ser querido, permite a la familia y amistades darle su último adiós y comenzar el proceso de sanidad emocional.
Pasar un par de horas para reconocer y rendir tributo a la persona fallecida, compartir fotos, recuerdos y anécdotas sobre los buenos momentos vividos conecta a familiares y amistades y les permite sentirse en paz e inspirados. Un servicio memorial bien planificado es una parte de la experiencia humana con un valor incalculable y crea memorias duraderas.
Hay muchos detalles a considerar. Por ello es importante consultar con un proveedor que pueda explicarle claramente sobre los gastos a incurrir, de manera que se puedan tomar decisiones inteligentes y apropiadas. Para saber el costo aproximado de un servicio fúnebre, cabe preguntarse primeramente qué tipo de funeral o velatorio usted desea.
1-) Funeral tradicional– Una vida única se merece una despedida única y los gastos fúnebres varían dependiendo de las preferencias familiares y las necesidades. Ya sea para un sepelio o cremación, una visita precede al velatorio o servicio memorial y el ser querido se entierra en un cementerio. La ceremonia se lleva a cabo frecuentemente en su iglesia, congregación o comunidad de fe; así como en la funeraria. A veces incluye un servicio en el cementerio.
Veteranos(as) y militares se honran con costumbres especiales. En algunas culturas, una visita nocturna se lleva a cabo o una cremación presencial es apropiada; tales servicios pueden ser más costosos. Los gastos incluyen: la propiedad del cementerio; un marcador o monumento, una visita y preparación relacionada; la planificación del evento por un director fúnebre, un ataúd o urna de cremación, servicios de comida o “catering” y más.
2-) Celebración de vida– Es similar a un velatorio o funeral tradicional, con la diferencia en que se enfoca hacia un servicio más alentador con toques personalizados y memorias de la persona amada. Además de las funerarias, iglesias o templos, otros escenarios pueden ser en exteriores, hogares, hoteles, restaurantes o clubes. Se ofrecen banquetes y bebidas a grupos grandes de familia y amistades. A veces, un celebrante dirige la ceremonia, en lugar de un miembro del clero (sacerdote, pastor(a), diácono, ministro(a), etc.) y se interpreta música en vivo o grabada.
Enterrar, esparcir las cenizas y el velatorio son alternativas populares. La mayor parte de sus gastos son similares al de un funeral tradicional, pero los toques personales como mementos, servicios de planificación, músicos o recintos especiales pueden contrabalancear los costos tradicionales como los de la transportación y visitación.
3-) Una sencilla celebración de vida o servicio memorial–Es una pequeña reunión de familiares y amistades que ocurre luego de la cremación. También puede darse alrededor de la tumba para quienes prefieren el sepelio tradicional.
Menos costosa que las opciones con más invitados, puede incluir una ceremonia de esparcimiento de cenizas y puede tomar semanas o meses después del deceso. Los gastos claves son la cremación o el entierro, bebidas y alimentos, el local y los gastos de transportación para disponer de los restos cremados en un lugar significativo.
Para ayudarle a comprender lo que se incluye en el costo promedio de una exequia fúnebre, es necesario analizar los productos y servicios por categoría. Algunos son provistos por la funeraria, otros por el cementerio y otros adicionales por un proveedor de cremación o una tercera parte. Tales productos y servicios se basan en las preferencias y necesidades familiares.