Por: Myrna L. Carrión Parrilla
Esta semana vi a maestros y sus estudiantes celebrar “La semana de las ciencias”. Como muchas otras cosas me hizo reflexionar sobre el tema. Como he dicho, soy hija de maestra, lo que me enseñó a ser amiga del diccionario y por lo tanto conocer las definiciones de las palabras, así que comencé por identificar varias referencias sobre el significado del concepto y encontré que la palabra ciencia se deriva del latín “scientïa”, que significa conocimiento o saber, y como tal, no se restringe a un área específica”.
Me despertó la curiosidad y buscando en varias fuentes o referencias encontré, que “se denomina ciencia a todo el conocimiento o saber constituido mediante la observación y el estudio sistemático y razonado de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento”. Que “la ciencia es la herramienta que la humanidad ha desarrollado para comprender el mundo que nos rodea. Que es a través de la observación, la experimentación y el razonamiento lógico, que la ciencia busca descubrir cómo funcionan los fenómenos naturales y sociales.
Interactuando con los estudiantes sobre el tema repasé el objetivo de la ciencia que es “descubrir las leyes que rigen los fenómenos de la realidad, comprenderlos y explicarlos”. De ahí se deriva, que la función de la ciencia es describir, explicar y predecir tales fenómenos a fin de mejorar la vida humana. Identifiqué que la ciencia es esencial para el avance de la sociedad y el progreso humano y que entre su gran valor está: que genera conocimiento, promueve el desarrollo tecnológico, ayuda a la toma de decisiones informadas, promueve la solución de problemas y la innovación. La ciencia amplía nuestro entendimiento del mundo, al permitirnos descubrir nuevos fenómenos y relaciones. La investigación científica nos conduce a avances tecnológicos que ayudan a mejorar nuestra calidad de vida, desde la medicina hasta la comunicación y la energía.
Al repasar la definición de la palabra “ciencia”, su objetivo y algunas de las principales cosas que nos aporta, reconozco, que la ciencia está en todo nuestro diario vivir, que utilizarla nos ayuda al entendimiento y solución de muchos de los retos que enfrentamos. Por tal razón debemos contar con ella, siempre entendiendo que siempre podremos encontrar cosas inexplicables y es ahí que como seres humanos no debemos olvidar que nos componemos de un aspecto espirituales que siempre debemos considerar.
Repasar estos conceptos y reflexionar sobre la importancia de la ciencia me lleva a pensar que si vivimos en constante búsqueda de explicación para aquello que se ha ido deteriorando en nuestra sociedad, manteniendo la esperanza de un futuro mejor, debemos de cuidar que nuestros niños tengan experiencias con la ciencia desde temprana edad. Así promoveremos en ellos: el conocimiento necesario para el éxito, experiencias positivas con la tecnología, aprendan a tomar decisiones informados, no impulsivamente, aprendan a solucionar problemas tomando en cuenta todas las variables, y desarrollen un pensamiento innovador para ellos y la comunidad en la que convivan. En fin, para que formemos mejores ciudadanos de este mundo.