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La importancia del examen visual anual: Una clave para la salud ocular y el bienestar general

Foto del escritor: Editorial SemanaEditorial Semana



Redacción Editorial Semana


La salud visual es un pilar fundamental en la calidad de vida de las personas, pero muchas veces es pasada por alto. La visión no solo nos permite apreciar el mundo que nos rodea, sino que también influye en el desempeño diario, la seguridad y la salud general. Sin embargo, muchas personas esperan hasta sentir molestias o experimentar pérdida de visión antes de visitar a un profesional. Los expertos en salud visual enfatizan la importancia del examen visual anual como una medida preventiva esencial que puede detectar a tiempo condiciones que podrían afectar gravemente la vista. Además, la evaluación oftalmológica no solo se limita a revisar la agudeza visual, sino que también permite evaluar la presión intraocular, el estado del nervio óptico y la retina, lo que ayuda a identificar enfermedades que pueden afectar la visión a largo plazo.



Prevención y detección temprana


El examen visual no es solo para quienes usan gafas o lentes de contacto. Es una evaluación integral que permite detectar enfermedades silenciosas como el glaucoma, la retinopatía diabética o la degeneración macular. Estas condiciones pueden avanzar sin síntomas evidentes hasta que el daño es irreversible. Un chequeo anual ayuda a diagnosticar y tratar estos problemas a tiempo, evitando complicaciones mayores. De acuerdo con la Asociación Americana de Optometría, el 75 % de los casos de pérdida de visión pueden prevenirse o tratarse si se detectan a tiempo. Por esta razón, el examen visual no debe considerarse un lujo, sino una necesidad dentro del cuidado general de la salud. Además, personas con antecedentes familiares de enfermedades oculares deben ser aún más diligentes con sus chequeos médicos.



Relación entre la visión y la salud general


Los ojos pueden revelar mucho sobre la salud general del cuerpo. Problemas visuales pueden ser signos de condiciones como diabetes, hipertensión y enfermedades neurológicas. De hecho, en algunos casos, un optómetra o un oftalmólogo puede ser el primero en detectar indicios de estas enfermedades antes de que aparezcan otros síntomas. Un examen visual anual no solo protege la vista, sino que también contribuye a un diagnóstico temprano de afecciones sistémicas.


Por ejemplo, la retinopatía diabética es una de las principales causas de ceguera en adultos, y puede ser detectada en un examen oftalmológico incluso antes de que una persona sea diagnosticada con diabetes. Asimismo, cambios en los vasos sanguíneos de la retina pueden alertar sobre problemas cardiovasculares, permitiendo a los pacientes tomar medidas preventivas a tiempo.



Impacto en la calidad de vida y el rendimiento diario


Tener una visión óptima es clave para un buen desempeño en el trabajo, en la escuela y en las actividades diarias. Los niños en edad escolar pueden enfrentar dificultades académicas debido a problemas visuales no detectados, mientras que los adultos pueden experimentar fatiga ocular, dolores de cabeza y disminución de la productividad debido a una prescripción incorrecta o la falta de corrección visual. Un simple examen puede marcar la diferencia en la forma en que las personas se desenvuelven en su día a día.


Además, el uso prolongado de dispositivos electrónicos ha aumentado los casos de fatiga visual digital, una condición caracterizada por sequedad ocular, visión borrosa y dolores de cabeza. Un examen visual puede ayudar a detectar estos problemas y recomendar soluciones como el uso de lentes con filtro de luz azul o lubricantes oculares para aliviar los síntomas.



Frecuencia recomendada de los exámenes visuales


La frecuencia de los exámenes visuales varía según la edad y el estado de salud de cada persona. En general, se recomienda lo siguiente:


•Niños: Primera evaluación entre los 6 meses y el primer año, luego otra a los 3 años y antes de comenzar la escuela. Después, deben revisarse cada uno o dos años. •Adultos jóvenes (18-39 años): Cada dos años si no presentan síntomas ni antecedentes familiares de enfermedades oculares. •Adultos mayores de 40 años: Se recomienda un chequeo anual debido al aumento del riesgo de presbicia, cataratas y glaucoma. •Personas con enfermedades sistémicas como diabetes o hipertensión: Chequeos anuales o según lo indicado por el especialista.



Cuidado diario de la visión


Además de los exámenes visuales anuales, hay hábitos que pueden ayudar a mantener una buena salud ocular, tales como: •Usar gafas de sol con protección UV para prevenir daños causados por la radiación ultravioleta. •Mantener una alimentación rica en antioxidantes, vitamina A y omega-3, que benefician la visión. •Parpadear con frecuencia y hacer pausas cuando se trabaja por largos períodos frente a pantallas digitales. •Evitar frotarse los ojos para prevenir infecciones y daños en la córnea. •No dormir con lentes de contacto y seguir las indicaciones del especialista sobre su uso y limpieza.


Las personas interesadas en obtener más información o en agendar una cita para un examen visual pueden comunicarse con los profesionales de Elite Vision, ubicada en la Consolidated Mall en Caguas, al (787) 222-6000.

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