Alcalde de Cidra reacciona a “daño a la propiedad” en monumento a Pura Belpré
- Editorial Semana

- 24 jul
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Redacción Editorial Semana
El alcalde de Cidra, Delvis Pagán Clavijo, aclaró que la tarja en honor a Pura Belpré frente a la alcaldía, en la calle que lleva su nombre, nunca fue removida por su administración. Señaló que, por el contrario, se encontraban revisándola para volverla a colocar.
“Nos dimos a la tarea de revisar el monumento, pero fue roto por algún inescrupuloso. Tuvimos que recoger la tarja que habían realizado y poder hacer nuevamente una reconstrucción de la misma para poder volverla a instalar”, dijo.
“Por más que me rompan la cosas, por mas que dañen propiedad pública estaremos trabajando de la mano y de manera directa para poder conservar la historia. Y como la historia es la historia también estaremos reinstalando la tarja que indicaba que la Casa Alcaldía fue construida bajo la administración de Ángel “Wiso” Malavé Zayas”, adelantó.
La tarja original en honor a Pura Belpré fue colocada en mayo de 2023, con motivo de la designación, con su nombre, de la calle que discurre entre la Alcaldía y la Cooperativa de Ahorro y Crédito Cidreña.
QUIÉN FUE PURA BELPRÉ

Nacida en Cidra, en 1899 Pura Belpré se desempeñó como la primera bibliotecaria puertorriqueña en la ciudad de Nueva York y se dedicó a exaltar la identidad puertorriqueña y a empoderar a su comunidad.
Mientras trabajaba junto a otros intelectuales de la raza negra como Augusta Baker y Arturo Schomburg, Belpré notó una falta de representación de cuentos puertorriqueños en las estanterías de libros para niños, lo que la llevó a escribir y publicar historias para estos centrados en la identidad boricua.
En 1919 se matriculó en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, donde originalmente planeaba convertirse en maestra. Pero, en 1920, interrumpió sus estudios para asistir a la boda de su hermana Elisa en la ciudad de Nueva York, donde fue reclutada como parte de un esfuerzo de la biblioteca pública de esa ciudad para contratar mujeres jóvenes de orígenes étnicamente diversos. Este primer trabajo condujo a una carrera notable que hizo que viajara por la ciudad, desde el Bronx hasta el Lower East Side, contando historias tanto en inglés como en español. Belpré, quien inició sus estudios formales en 1925 en la Library School de la Biblioteca Pública de Nueva York, rompió las barreras que llevaban a la comunidad hispanohablante a creer que la biblioteca era “sólo inglés”. Excepto por breves interludios, la ilustre cidreña permaneció en Nueva York por el resto de su vida. Falleció el 1 de julio de 1982, habiendo recibido el Premio de Arte y Cultura del Alcalde de Nueva York ese mismo año. Sus archivos están en manos y mantenidos por el Centro de Estudios Puertorriqueños del Hunter College en Nueva York.






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