La composta humana, opción novedosa para el fin de la vida
- Editorial Semana
- 1 may
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Redacción Editorial Semana
La composta humana, llamada a menudo reducción orgánica natural, es una opción novedosa para el fin de la vida en la cual los restos humanos se convierten en un rico suelo en un proceso similar al ciclo de vida natural.
El cuerpo del ser amado se deposita en un recipiente especial para composta con mantillo orgánico, pedazos de madera y flores silvestres. Después que se sella el recipiente, microorganismos que se encuentran naturalmente como bacteria, hongos, protozoarios, arqueas (microorganismos unicelulares similares a las bacterias o arqueobacterias) y virus comienzan a descomponer el cuerpo, transformándolo en suelo en 45 días.
Dicha técnica se presenta como la más interesante para quienes buscan una alternativa al sepelio tradicional o cremación, mientras permite que el cuerpo del ser amado regrese a la tierra. Si la persona decidió por la misma (o usted la escoge para un ser querido), cabe preguntar qué hacer con el suelo que se recupera, cómo almacenarlo y dónde puede usarse.
Durante el proceso de composta, alrededor de 300 libras o media yarda cúbica de suelo se crean. Puede optar por llevarse a casa todo el suelo de su ser querido, aunque muchas familias no prefieren hacerlo. Por lo general, de uno a cinco contenedores de suelo es lo que típicamente se lleva una familia a casa. Mientras, para muchas personas, 300 libras de suelo es demasiado para manejar.
Lo que se haga con el suelo a usted le compete y tal decisión surge de lo que le haría bien a usted y a su familia. Muchas familias prefieren tratar esta materia como cenizas. Pueden dividirla entre miembros de la familia que deseen tenerla en el hogar o esparcirla o enterrarla en un lugar significativo.
Otro detalle es que este tipo de suelo es seguro y beneficioso para el ambiente. Cuando el cadáver se devuelve a la tierra, provee nutrientes esenciales que ayudan a plantas y árboles crecer y retoñar. Pequeñas cantidades de suelo se devuelven a las familias en envases biodegradables. Se recomienda almacenar esos envases en un lugar fresco y seco hasta que esté listo para colocarlo.
Es mejor usar el suelo dos semanas después de recuperarlo. Para almacenamiento a largo plazo, puedes congelar el suelo o secarlo esparciéndolo en una capa de una a dos pulgadas en una bandeja y dejarlo al sol por varias horas.
El material se dispondrá en contenedores biodegradables y compostables. Una vez se termine con los contenedores provistos, pueden reciclarse fácilmente. El suelo también puede combinarse con cenizas, opción popular que permite recordar a miembros de la familia en un mismo lugar; aún si fallecieron en diferentes épocas.
La composta humana puede esparcirse en cualquier propiedad privada, siempre y cuando tenga la autorización de los propietarios del terreno. También es posible hacerlo en áreas públicas, pero es necesario cerciorarse con las autoridades locales para saber en qué áreas está permitido.
En muchos casos, se puede donar este suelo a proyectos ambientales, aunque a menudo depende de las regulaciones locales y las necesidades específicas del proyecto.
Algunas familias prefieren contribuir a esfuerzos de reforestación donando el suelo rico en nutrientes, como manera de crear un impacto ambiental positivo. Es una manera significativa para honrar la memoria de un ser querido mientras aporta a los ecosistemas y devuelve a la tierra en una forma sostenible y de vida afirmativa.
(Referencia: What to do with a loved one’s soil after human composting soil?, dignitymemorial.com, 2025-traducido)
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