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Representante por Las Piedras, Humacao y Naguabo se inclina a prohibir venta de energizantes a menores

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    Editorial Semana
  • 1 may
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La representante a la Cámara Sol Higgins mientras participaba de la Vista Pública de la Comisión de Salud. A la izquierda el presidente de la comisión, representante Gabriel Rodríguez Aguiló.
La representante a la Cámara Sol Higgins mientras participaba de la Vista Pública de la Comisión de Salud. A la izquierda el presidente de la comisión, representante Gabriel Rodríguez Aguiló.

Redacción Editorial Semana


La representante a la Cámara por el Distrito 35 (Las Piedras, Humacao y Naguabo) Sol Higgins participó de la Vista Pública de la Comisión de Salud donde discutieron el P de la C 233 que busca añadir un nuevo artículo a la Ley #72 mejor conocida como la Ley de Alimentos, Drogas y Cosméticos de Puerto Rico a fines de prohibir la venta de bebidas energizantes a menores de 16 años.


“Como portavoz de mi delegación en la Comisión siempre velaré por la salud y bienestar de mi Distrito 35 y Puerto Rico”, indicó Higgins.


Además de grandes concentraciones de cafeína, las bebidas energéticas también contienen una potente combinación de otros ingredientes como la taurina, un aminoácido, y extractos de hierbas como el ginseng y el guaraná, que al combinarse con la cafeína y los azúcares añadidos de una bebida energética, presentan riesgos potenciales. Debido a estos riesgos, autoridades médicas han advertido que deben ser evitadas por niños y adolescentes, mujeres embarazadas, personas con afecciones preexistentes (como enfermedades cardíacas o renales) y cualquier persona que tome medicamentos regularmente para tratar afecciones de salud.


Se ha informado que los adolescentes que consumen bebidas energizantes son más propensos a participar en conductas de riesgo y tienden a consumir alcohol u otras drogas en el futuro. El consumo de ellas también se ha asociado con síntomas de déficit de atención o hiperactividad y conductas violentas. Se asocia además a a irritabilidad, insomnio, cefaleas, ansiedad, falta de concentración y patologías metabólicas y cardiovasculares, como taquicardia o aumento de la presión arterial. Y, además de generar tolerancia con su consumo continuado, pueden producir adicción. Por tanto, entidades médicas sostienen que no deben ser consumidas por niños y adolescentes. Sostienen además que el consumo de estas bebidas abre la puerta a la ingesta de otras sustancias tóxicas y a la promoción de adicciones, ya que es habitual que los adolescentes mezclen las bebidas “energéticas” con alcohol. Los efectos vigorizantes de la bebida energética pueden enmascarar los efectos intoxicantes del alcohol, provocando que el o la joven no perciba cuan borracho está.


Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) reportan que las personas que mezclan alcohol y bebidas energéticas tienen cuatro veces más probabilidades de beber en exceso que quienes no añaden un suplemento energético a su bebida. También son más propensas a reportar relaciones sexuales no deseadas o sin protección, conducir ebrias o con un conductor ebrio, o sufrir lesiones.


Consumir regularmente estas bebidas azucaradas y cargadas de estimulantes puede aumentar el riesgo de sufrir efectos adversos para la salud. Ingerir una bebida energética también puede aumentar el riesgo de sufrir problemas como ansiedad, Depresión, Diarrea, Alucinaciones, Dolores de cabeza, Cambios de humor, Náuseas, Taquicardia, Accidente cerebrovascular, Caries y umento de peso.

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