Derroche de colonialismo bipartidista
- Editorial Semana

- 11 sept
- 2 Min. de lectura

Por: Prof. Luis Dómenech Sepúlveda
En su libro “The Striken Land” (La Tierra Golpeada), el economista estadounidense Prof. Rexford Guy Tugwell, ultimo estadounidense designado gobernador de Puerto Rico desde Washington en 1940, describe el colonialismo de forma precisa y desgarradora, y citamos: [Esto es lo que el colonialismo ha hecho a los puertorriqueños: distorsionó todos los procesos normales de la mente e hizo mendigos de hombres honestos. La ayuda del Congreso era algo que hacía que Puerto Rico mendingara en las formas más duras y repugnantes, como lo hace el mendigo en las escalinatas de la iglesia. Y este fue el crimen real de Estados Unidos en el Caribe, hacer de los puertorriqueños algo menos que los hombres nacieron para ser.]
Y no es para menos. Definitivamente, la historia le ha dado toda la razón a quien ha sido reconocido como uno de los gobernantes estadounidenses más íntegros, comprometidos y anticolonialistas en la historia colonial de Puerto Rico. Sencillamente, Rexford Guy Tugwell, fue el único gobernador estadounidense que tuvo la valentía de denunciar el colonialismo y la dependencia perniciosa como la causa principal del subdesarrollo y la inferioridad política, económica y existencial de los puertorriqueños.
Por tanto, resulta lastimoso y degradante de parte de líderes, fotureros y analistas del bipartidismo colonial expresar su contentura por la exposición de las fuerzas militares estadounidenses en nuestros mares y espacio aéreo dizque “para combatir el tráfico de drogas patrocinado por Nicolás Maduro y su gobierno venezolano”. Incluso, el analista anexionista, Antonio Quiñones Calderón, y la propia gobernadora de Puerto Rico, Jennifer González, lejos de respetarse a sí mismos, se refirieron a EEUU como “nuestra nación” en abierto rechazo a nuestra única y verdadera nación puertorriqueña. Ello denota, inequívocamente, el grado de sumisión, servilismo y adulación colonial que hace del tejido de los puertorriqueños, tal y como señalara Rexford Guy Tugwell, “algo menos que los hombres y mujeres nacieron para ser”.
Pero el que rompió verdaderamente la barrera de la sumisión y el servilismo colonial ante la presencia de las fuerzas militares estadounidenses fue, nada más y nada menos, que el alcalde de Arroyo, Eric Bachiel Román. En un lastimoso y deplorable comunicado de prensa, el flamante alcalde informó, y citamos: [El Ejército de Estados Unidos seleccionó el balneario de Arroyo como escenario para llevar a cabo sus prácticas militares, una decisión que reafirma la importancia estratégica del ayuntamiento. Que el Ejército de EEUU escoja nuestro balneario para sus prácticas militares es un honor que valoramos profundamente. Estos ejercicios so solo reconocen la ubicación estratégica de Municipio de Arroyo, sino que también reafirman el compromiso y la relación histórica que tenemos con las fuerzas armadas como ciudadanos del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.]
Con estos truenos de sumisión, servilismo y adulación colonial, queda confirmado que, para haber imperios, tiene que haber colonias. Y, para haber colonias, tiene que haber colonizados.
Somos latinoamericanos y caribeños y, como tal, rechazamos que se nos utilice para atacar militarmente a nuestros propios hermanos hispanohablantes.






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