Desempolvando los 90 años de la Masacre en Río Piedras
- Editorial Semana

- 23 oct
- 3 Min. de lectura

Por: Juan Illich Hernández
Como bien nos dice uno de los proverbios e inclusive fraseologías más repetidas por nuestros ancestros por doquier, “recordar es vivir” y evidentemente así lo es cuando nos trasladamos no solo al campo de la historia, sino más bien a la que nos han intentado ocultar. Y este es el caso específico de la Masacre en el casco urbano de Río Piedras efectuada en el 1935 un 24 de octubre. Dicho acontecimiento no ocurrió de manera espontánea y muchísimo menos por capricho ya de por sí estuvo premeditándose estratégicamente este acto terrorista contra el movimiento nacionalista liderado por Don Pedro Albizu Campos.
La mente maestra de la belicosa y sangrienta revuelta era el sanguinario coronel Francis Riggs el cual tenía el cargo del liderato de la policía nacional, mientras que el encubridor, plus creador del perfecto ambiente del crimen lo fue otro sádico miliciano, pero ahora con título de gobernador Blanton Winship. Tales señalamientos abrieron paso para que el país desde esos momentos críticos vividos en la dramática década de los 30’s se iniciara una violentísima persecución a toda organización, persona, líder, etc. que proclamara aires de liberación y/o combatividad contra el sistema sociopolítico diseñado en la Isla. Quiérase decir, que la máxima expresión de lo que era la lucha por la independencia en Puerto Rico en cuyo caso era en esos tiempos el Partido Nacionalista iba a exterminarse repentinamente.
Gran parte de toda esta situación tuvo sus trazos en la misma Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras según nos expresa el sociólogo Juan Ángel Silén (1993) en su texto “Historia de Puerto Rico” puesto en las afueras de los espacios universitarios estaba difundiéndose un mitin político de Pedro Albizu Campos. A la luz de lo ocurrido, la policía estatal según nos relatan Silén (1993) & otros científicos sociales estos arremeten a balazos contra cinco estudiantes que andaban en automóvil, hecho que más tarde se le conoció como la masacre de Río Piedras. Lo particular de toda esta trama histórica, es que advinieron luego otros eventos dantescos.
Siguiendo por esta línea de pensamiento, como juramento y contraataque a las horripilantes políticas represivas del canibalesco régimen militar del gobernador en turno Blanton Winship y su limpiabotas del terror Francis Riggs, los jóvenes nacionalistas Elías Beauchamp & Hiram Rosado asesinaron a este último. Muchos considerarían el presente incidente como algo inhumano y despiadado. Sin embargo, después que capturaron a los militantes del partido nacionalista se hizo algo más cruel que ultrajarlos entre diversos policías como señaló el profesor Manuel Maldonado Denis (1972) que fue el deshumanizarlos vía la humillación.
Queda meridianamente claro, el porqué este tipo de evento social e histórico no se discute y toma como referencia en los textos tradicionales de la “aparente historia oficial” debido a que exalta con creces la cruda realidad que el país ha afrontado bajo estos 127 años de colonialismo. Así que, el que haya ocurrido otra virulenta masacre un poco más tarde suscitada en Ponce en el 1937 no fue por índoles meramente de antojo, sino por motivos de hambre y sed de eliminar la facción radical e izquierdista de esa época.
Por tal motivo, es que resulta no una necesidad, sino un deber el permitirse divulgar libremente el acceso a la información, justamente como es la herramienta histórica. De esta forma se pone en relieve la búsqueda por lo que nos interesa, que es la identidad social y supuesta “verdad” las cuales tienen la capacidad de retransformarse...





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