Por: Myrna L. Carrión Parrilla
Quizás la ilusión que nos trae la Navidad nos desconectó de lo que estaba sucediendo...
Quizás cogimos confianza por estar vacunados, quizás el agotamiento ante tantos protocolos y ajustes requeridos o quizás un poco de todo lo anterior, no nos dejaba ver, que hace un mes o un poco más, enfrentábamos un cambio significativo en el proceso de contagios con las variantes del COVID-19.
Era Navidad, casi todos estaban en vacaciones y tratando de tener las experiencias y actividades que el año anterior no se llevaron a cabo.
Pero llegó el mes de enero, tiempo de regresar a los trabajos y a las escuelas. Los trabajos regresan con sus debidos protocolos, pero al trabajo hay que regresar y a pesar que los expertos en salud han dejado claro que las escuelas son lo ultimo que se cierra y lo primero que debe abrir sus puertas, una vez más se postpone el inicio de las clases de manera presencial.
Al terminar diciembre se mostraba que las escuelas en general lo habían hecho bien y se supone cuenten con los protocolos y materiales para continuar adelante con su plan para la prevención.
La educación es pieza fundamental en toda sociedad. La educación formal que se da en las escuelas con todos sus medios para el desarrollo y la formación de cada niño y/o jóven, no podemos seguir posponiéndola, sobretodo cuando temenos más información y herramientas para enfrentar la Pandemia, que hace un año atrás. En los adultos también hace falta educación particularmente en el tema del COVID, para vivir menos alarmados y más ocupados en mantenernos haceciendo las cosas bien.
Los conocedores del campo de la salud, nos indican que el COVID-19 ya está y estará entre nosotros, por lo que debemos reconocer que debemos aprender a vivir con el y sus variantes y para esto la clave es la prevención. Creo que más que el COVID, el universo entero esta enviando señales pidiendo actuar con más responsabilidad, con más atención a lo fundamental, a lo higiénico, a lo orgánico, sano y saludable. En fin, todos los mensajes nos dirigen a la prevención. Prevención de enfermedades, prevención de accidentes, prevención del crímen, prevención de crisis ambientales, en fin el universo nos grita de distintas maneras que hay que hacer ajustes, modifiar los estilos de vida y enfocarnos en la prevención o terminaremos en la destrucción.
La buena educación nos lleva a la prevención, pues nos permite hacer parte nuestra el endendimiento del valor de estar saludables, del respeto a la vida, del cuidado del ambiente, del cuidado de los recursos naturales, nos enseña a buscar opciones, entender la importancia de ser responsables individual y colectivamente, en fin la educación y la prevención traen seguridad, pues que es la seguridad, sino la ausencia de peligro. Seamos parte de la solución comprometiéndonos con la preveción y protegiendo la educación, para vivir con seguridad, de modo que este año, sea mejor que el anterior.