El ‘Box Score’ de la corrupción bipartidista
- Editorial Semana

- 4 sept
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Por: Prof. Luis Dómenech Sepúlveda
“Me gustaba más cuando los ladrones se tapaban la cara…ahora llevan traje y corbata y gobiernan países” (Mario Moreno “Cantinflas”)
La aceptación de culpabilidad de Wanda Vázquez Garced ante la Corte Federal del imperio estadounidense no solo representa una indecorosa vergüenza para los puertorriqueños, sino que confirma inequívocamente la descomposición y pudrición que fluye por el torrente sanguíneo del bipartidismo colonial encarnado por inmovilistas y anexionistas. Sin embargo, es sabido que el ‘box score’ de la corrupción, según indican las propias estadísticas jurídicas, confirma que el liderato del Partido Nuevo Progresista, portaestandarte del anexionismo renegado y antipatriótico de nuestros tiempos, ocupa el vergonzoso y deplorable primer lugar de la corrupción desde sus inicios en el escenario político en 1968. Y no lo digo yo, lo dice su propio historial delictivo.
De modo que, Wanda Vázquez Garced, se convirtió en la primera ex gobernadora de Puerto Rico convicta por corrupción ante los tribunales de la metrópolis confirmando, inequívocamente, las acusaciones públicas del ex fiscal federal, Guillermo Gil, y del propio Donald Trump, siniestro presidente de EEUU, cuando señalaron que, la corrupción en Puerto Rico tiene nombre y apellido, refiriéndose al Partido Nuevo Progresista.
Basta dar una mirada al historial de corrupción del bipartidismo colonial para confirmar particularmente la vergonzosa y deplorable trayectoria del anexionismo a partir de sus inicios en 1968. Aunque no los incluyo a todos los que son, la vergonzosa lista de convictos vinculados al anexionismo incluye a la ex gobernadora, Wanda Vázquez Garced, al renunciante Ricardo Rosselló Nevares, a los Secretarios de Educación, Víctor Fajardo y Julia Kelleger y prominentes alcaldes y legisladores tan notorios como Ángel Pérez (exalcalde de Guaynabo), Félix ‘El Cano’ Delgado (exalcalde de Cataño), Sixto George, José Granados Navedo, Joselyn Tormos Vega (exalcalde de Ponce), José Dapena Thompson (exalcalde de Ponce), Freddy Valentín, Edison Misla Aldarondo, Milagros ‘Tata’ Charbonier, Jorge Navarro Alicea, Nicolás Nogueras, Reynaldo Vargas (exalcalde de Humacao), Víctor ‘El Buho’ Marrero, Rolando Silva, Antonio Sagardía, Gilberto Moreno, Jorge De Castro Font, Héctor Martínez, Abel Nazario (exalcalde de Yauco), Héctor Oneil (exalcalde de Guaynabo), Víctor ‘Manolito’ Ortiz Díaz (exalcalde de Gurabo), Aníbal Marrero Pérez, Epifanio Jiménez, hijo, Angel Malavé, (exalcalde de Cidra) René Vázquez Botet, Nelson Del Valle, Néstor Alonso y Javier García Pérez (exalcalde de Aguas Buenas), entre otros y otras.
Pero no nos equivoquemos. El inmovilismo colonial también tiene su propia trayectoria de corrupción pública entre alcaldes y legisladores destacándose, entre otros, Eduardo Cintrón (exalcalde de Guayama), Fernando Tonos, Mariano Ríos, Joaquín Peña Peña, Américo Martínez, Edgardo Rosario Burgos, José Miguel Del Valle, Miguel Deynes Soto, José Luis Cruz (exalcalde de Trujillo Alto), Luis Arroyo Chiqués (exalcalde de Aguas Buenas), Mari Tere González, Anaudi Hernández, Eduard Rivera Corres (exalcalde de Río Grande) y José Guillermo Rodríguez (exalcalde de Mayagüez). Lo deprimente de todo ello es la cantidad de buenos puertorriqueños, incluyendo religiosos, que votan ciegamente por ellos.
Como dijera el proverbio chino: “Los pueblos que eligen corruptos no son víctimas, son cómplices”.






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