
Por: Nitza Morán Trinidad
En estos tiempos cuando hablamos de ir de viaje se ha hecho algo muy fácil y de poco esfuerzo. La realidad es que a través del tiempo la tecnología ha tomado relevancia de cómo podemos acomodar nuestras necesidades de viajes cuando tradicionalmente se utilizaba el servicio de una agencia de viaje, se llegaba al terminal de la línea aérea de predilección o con una llamada se podía hacer reservaciones.
Sí, la tecnología llegó para llegarse, pero más allá de eso se tradujo en manera ágil el poder hacer esta planificación de viajes que está al alcance de nuestras manos con dispositivos tan sencillos como nuestros teléfonos inteligentes. Pero qué hay detrás de todo esto, pudiéramos inferir que con tanto adelanto tecnológico podríamos sentirnos seguros al viajar y por muchos años ha sido así y no es hasta los recientes eventos de accidentes aéreos que nos pone en perspectiva si lo es o no.
En los pasados días hemos sido testigos de trágicos accidentes nunca vistos en los últimos tiempos. Tan reciente como el 29 de enero del presente año donde un vuelo comercial de la aerolínea American Eagle con destino a Washington sufrió un choque aéreo cuando un helicóptero de Black Hawk no puedo evadirlo, ocasionando la muerte de 67 pasajeros y 4 tripulantes, más los 3 militares abordo. A casi 30 días después un avión médico mexicano se estrelló en Filadelfia ocasionándole la muerte a las 6 personas a bordo y así unas secuelas de eventos terribles que pone en juicio que está sucediendo.
En una era en que todo pareciera ser digital, donde la precisión de este tipo de transporte pudiera estar en uno de sus mejores momentos bajo adquisición de radares inteligentes, comunicaciones ininterrumpidas, visibilidad aérea a mayor escala y con pronósticos del tiempo más certeros y precisos que nunca, nos deja con la duda de cómo puede suceder eventos como estos. Es acaso error humano, fallo mecánico o invisibilidad certera del digitalismo lo que nos pone a pensar cuan seguro es este tipo de transporte que trasladas millones de personas a diario a través del mundo entero. Aunque todo esclarecimiento recae en una caja negra cuyo dispositivo tiene la capacidad de grabar datos de vuelo con información técnica y la capacidad de grabar la voz del piloto donde se registra las conversaciones con la torre de control lo que ofrece un contenido valioso sobre cómo va a desenvolverse la investigación y si esta fuese de índole criminal, la caja negra es la que en ocasiones determina lo que realmente sucedió.
Quisiera pensar que la tecnología evitaría grandemente estos choques ya que la tecnología y la inteligencia artificial aportarían a la seguridad de todos. Hoy ya tenemos transporte por tierra que no necesitan de un recurso humano para guiar un auto veremos eso en un futuro no muy lejano en los aviones? Estaremos seguros para viajar?
La autora es senadora por San Juan,
Aguas Buenas y Guaynabo
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