Por: Prof. Luis Dómenech Sepúlveda
“La Patria libre y soberana es el punto de partida (Eugenio María de Hostos)
Tal y como hemos reiterado en columnas anteriores, el problema existencial de nosotros los puertorriqueños no es necesariamente la falta de puertorriqueñidad, sino la falta de poderes soberanos para tomar nuestras propias decisiones políticas, sociales y económicas. Ante esa realidad histórica, me parece oportuno compartir con ustedes la postura institucional del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) respecto al tema de la “independencia y la interdependencia entre los países soberanos”.
En su Revista “Lo que debes saber sobre la independencia” (Pág.36), el PIP nos ofrece la siguiente exposición titulada ¿Por qué independizarnos en un momento en que cada vez los países son más interdependientes? Citamos textualmente el contenido de tal exposición:
[La interdependencia que existe a nivel mundial se fundamente en la independencia de cada país. Sin independencia no hay interdependencia. Es decir, la interdependencia se basa en la capacidad jurídica de concurrir en igualdad de condiciones con el resto de los países. El mundo de la interdependencia ha tomado la soberanía política como instrumento cada vez más conveniente para el desarrollo económico. Hace varias décadas quizás podía argumentarse que formar parte de una economía de gran escala como la de Estados Unidos era conveniente para lograr acceso libre al mercado de ese país o a sus fuentes de inversión].
[Hoy día, sin embargo, ante ejemplos como el Tratado de Libre Comercio en Norteamérica entre Canadá, Estados Unidos y México, (NAFTA), la Comunidad Económica Europea que agrupa naciones de Europa Occidental, o los arreglos de integración económica regional del Pacto Andino y Mercosur en América del Sur, es evidente que la integración política no es necesaria para la integración económica, y que es la soberanía política la que permite a un país adaptar mejor sus decisiones y estrategias industriales a las realidades de la competencia por el capital transnacional. La interdependencia requiere que Puerto Rico establezca relaciones diplomáticas y comerciales con aquellos países con los que estime importante relacionarse en su desarrollo económico y cultural dentro de un marco de mutua conveniencia con dichos países, sin tener que desprendernos de nuestra soberanía o identidad como pueblo].
[Bajo la estadidad o el ELA, solo son posibles aquellas relaciones, tanto con Estados Unidos como con el resto del mundo, que el Congreso de EEUU permita a Puerto Rico conforme a la autoridad que tiene sobre Puerto Rico al amparo de la Constitución Federal. Por lo tanto, cualquier relación que Puerto Rico tenga con otro país, incluyendo la relación con el mismo EEUU, es siempre una relación subordinada a la autoridad del Congreso. Ejemplo de esta subordinación se vio recientemente cuando circuló la noticia a los efectos de que el Departamento de Estado de EEUU interesaba dificultar la participación de Puerto Rico como mero observador en las reuniones anuales conocidas como Cumbres Iberoamericanas. ¡Hasta para el intercambio cultural y la promoción comercial con países de nuestro entorno tenemos que pedirle permiso a Washington!] (Continúa)