top of page

La salud como ficha de tranque

  • Foto del escritor: Editorial Semana
    Editorial Semana
  • 13 nov
  • 3 Min. de lectura

ree

Por: Lilliam Maldonado Cordero


La salud es un derecho universal. Todos merecemos disfrutar de buena salud y acceso a tratamientos médicos. Es deber de los gobiernos proveer servicios de salud integral, asequibles y de calidad, sin discriminación, evitando que los ciudadanos enfrentemos dificultades financieras para prevenir y tratar enfermedades.


Conscientes de la importancia de que sus ciudadanos gocen de buena salud, los países desarrollados promueven como política pública programas para el cuidado de la salud y tratamientos bajo un modelo universal, esto es, acceso médico gratuito o a costos asequibles para sus ciudadanos. Bueno, casi todos los países. La excepción es Estados Unidos, y esto ha sido, entre algunas otras consideraciones, la razón por la que el gobierno estadounidense enfrentó el cierre de operaciones gubernamentales más prolongado de su historia reciente, causando un caos en la provisión de servicios a sus ciudadanos y afectando hasta el tránsito aéreo y la seguridad.


El detonante para este cierre fue un tranque del Congreso a raíz de la intención del presidente Donald J. Trump y las mayorías republicanas de que el gobierno dejara de solventar la Ley de Cuidado de Salud Accesible (Affordable Care Act, ACA u Obamacare). Este programa, creado bajo la presidencia de Barack Obama, garantizaba acceso a servicios de salud a precios bajos y con mayores beneficios. También, prohibía a las aseguradoras negarle cobertura a las personas por condiciones preexistentes. Esta semana, el Congreso tendrá la difícil encomienda de votar por la permanencia o derogación de Obamacare, aunque ya una mayoría del Senado aprobó en la madrugada del lunes que la medida pasara a discusión y votación, lo que ocasionó un choque de trenes al interior del partido de oposición, el Demócrata, pues parte de su delegación votó a favor de reabrir el gobierno a cambio de descapitalizar Obamacare.


Las consecuencias son enormes, no solo para los ciudadanos estadounidenses en el continente. Puerto Rico también verá un impacto en quienes requieren servicios médicos y los reciben gracias a subsidios federales que reducen el pago a planes de salud. Otro segmento afectado de la población serán personas que sufren de condiciones preexistentes que requieren de grandes desembolsos de dinero para sufragar gastos médicos y medicinas. Literalmente, de derogarse el Obamacare, millones de estadounidenses y puertorriqueños se verán precisados a escoger entre pagar por sus gastos médicos y de medicinas, o comer.


Contrario a lo que muchos creen, esto no solo tendrá un impacto en las personas de menores ingresos o médico indigentes. También se verán afectadas aquellas con mayores ingresos -profesionales, contratistas independientes, agricultores y empresas pequeñas- que tendrán que pagar mucho más por no tener subsidios adicionales, quizás más de un 100% de incremento en su pago de plan médico. Esto representará una tragedia para millones de personas que no podrán pagar sus planes y cuidados médicos.


La cancelación de Obamacare también tendrá un impacto adverso en la industria hospitalaria de Puerto Rico, ya atribulada por el incremento en los costos operacionales, pues muchos se verán obligados a incurrir en gastos para proveer atención médica a personas indigentes o sin planes médicos. Esto podría llevar a la reducción en los presupuestos de los hospitales, pudiendo representar recortes y hasta el cierre de más instalaciones hospitalarias.


Los ciudadanos no merecemos tener que escoger entre nuestra salud o comer. La discusión que se ha desarrollado en el Congreso merece toda nuestra atención.

Comentarios


Dirección Física:

Calle Cristóbal Colón
Esquina Ponce de León #21
Caguas, PR, 00725

Dirección Postal:

PO Box 6537
Caguas PR 00726-6537

Teléfono:

E-mail:

Logo

© 2025 Editorial Semana, Inc. Puerto Rico

  • Facebook
  • Instagram
bottom of page