Para Álex y su abuelo
- Editorial Semana

- 23 oct
- 3 Min. de lectura

Por: Lilliam Maldonado Cordero
Álex Roca Campillo, un joven español de 34 años, es particularmente reconocido por superar varias pruebas de atletismo élite aunque miles practiquen ese deporte, y no es por casualidad. A pesar de sufrir un 76% de discapacidad física por padecer de parálisis cerebral, varias operaciones y la necesidad de comunicarse mediante el lenguaje de señas, es el primer atleta del mundo con este grado de discapacidad en realizar exitosamente una maratón. También, es un reconocido ciclista, y ha practicado fútbol y tenis.
Siendo un bebé de apenas seis meses, Álex sufrió de encefalitis herpética, lo que le ocasionó daños en el lado izquierdo del cuerpo, afectándose su movilidad y capacidad de hablar. Su diagnóstico temprano era muy reservado. Los médicos pronosticaron que moriría o, de superar la crisis, permanecería en estado vegetativo. Contra todo pronóstico médico, Álex estudió, se desempeñó como contable y maneja un auto. Luego de conocer a la joven Mari Carme Maza en una de sus charlas, se casaron, y juntos ofrecen conferencias sobre motivación, particularmente para superar desafíos como la diversidad funcional.
Los retos de enfrentar una parálisis cerebral tan severa no han sido impedimento para que Álex haya completado enormes desafíos deportivos que muchos de los que gozamos de buena salud no hemos intentado ni soñamos siquiera poder lograr, entre ellos varios aquatlones, el Camino de Santiago en bicicleta, la Marathon Pour Tous Paris, y medias maratones en Barcelona, Nueva York, Miami, Granollers, Londres, Milán y Madrid. En efecto, Álex ha sido el primer atleta del mundo con discapacidad física del 76% de su cuerpo en completar una maratón, el Barcelona, con un tiempo de 5:50:51, mereciendo la portada de Runner´s World en 2023.
Ahora, con la ayuda de su esposa, Mari Carme, ha consolidado su vocación como comunicador desenvuelto, eficaz, con gran sentido del humor y mucha sensibilidad, no solo a través del activismo y charlas motivacionales, sino por su participación en las redes sociales, y ha publicado un libro: El límite te lo pones tú.
Recientemente, mientras conducía un episodio de Mentes Valientes junto a la compañía Allianz, -el primer videopodcast en señas conducido por él mismo que presenta conversaciones con personalidades inspiradoras para desarrollar temas como la determinación y superación personal-, Álex recordaba a su abuelo entre lágrimas, reflexionando sobre la influencia del amor de estos en la vida de muchos de nosotros. En un post que luego tituló La fuerza de los que se van, apostó a que los abuelos, desde nuestros recuerdos hasta ese remoto pero cercano lugar llamado la eternidad, se sienten orgullosos de nosotros y nos empujan a más.
Hoy, dedico mi admiración a la sensibilidad, lucidez y “potencia esencial” de Álex que, aunque las sufre a diario, no se deja amilanar por las restricciones que le impone su cuerpo; al amor de su esposa, Mari Carme; a tantas personas que luchan por superar sus discapacidades, sus miedos, sus dudas, el subempleo, la soledad, la discriminación, y no se dan por vencidas. Finalmente, incito a mantener vivo el recuerdo de las abuelas y los abuelos -así, distinguiéndoles a unas de los otros- que, en el caso de Álex, el mío y seguramente los tuyos, nos han legado la potencia -matemática, física y filosófica- que nos ha traído aquí, y cuyas memorias de lucha, decencia y abrazos tibios nos devuelven esa esperanza que, a veces, se nos escurre.





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