Residenciasin precedente
- Editorial Semana
- 3 jul
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Benito Martínez Ocasio alias “Bad Bunny” joven humilde que trabajaba como empacador en un supermercado resultó ser que tenía un talento como cantante oculto y que sin saberlo se convertiría en la imagen de la transformación de un generó musical que llegó para quedarse.
Inesperadamente y con un personal que ciertamente tenía una visión para él, a este conejo malo lo pudieron convertir en el nuevo estilo del trap a tal nivel que todas las personas sin distinción de generaciones lo escuchan, y con su singular estilo desafía el mundo del espectáculo y el entretenimiento.
El uso de lenguaje de índole sexual, contenido sobre el orgullo patriótico y a su vez el poder de transformar pensamientos, creencias con sus liricas y hasta dictar nuevas tendencias en la moda, de estilos vanguardista es sin duda en un fenómeno musical.
Es sabido que las letras en sus canciones no tan solo se perciben en ocasiones ofensivas, sino que también de tonalidad machista y de explicito contenido sexual pues a resultado que con el tiempo ha incorporado en su repertorio canciones de índole político, cultural y de expresiones de repudio a situaciones confrontadas en Puerto Rico. En fin, una persona influyente en sus seguidores y aunque a muchos les cueste aceptar el fenómeno Benito hay que mirar muy de cerca lo que está provocando para la isla cuando decidió hacer su concierto tipo residencia denominada “Yo no me quiero ir de aquí”. Ciertamente tiene una connotación política específicamente en tiempos donde miles de jóvenes emigran por varias razones, pero debemos hacer un análisis de lo que este conejo malo trae para Puerto Rico cuando comience el primer concierto el 11 de julio y culmine en noviembre su última función.
Para comenzar lo impactante de este evento de “Bad Bunny” quien es el ícono de identidad puertorriqueña contemporánea que pone a la isla en el mapa de con vasta notoriedad y atención internacional, atrae una inyección directa al turismo y a la economía local ya que la asistencia a los concierto se eleva a miles de personas teniendo un impacto económico millonario desde las hospederías, la transportación aérea y terrestre y mucho más y que superara toda iniciativa local para posicionarnos como un destino doméstico e internacional sin precedente y que solo lo provocó un artista que rompe toda manera tradicional de entretener y que sus seguidores tiene altas expectativas para ver trae y hace en este concierto. Ahora bien, el gobierno de Puerto Rico debe tomar la oportunidad y crear un plan de trabajo que se ajuste a poder manejar por primera vez multitudes por varios meses, movilidad efectiva urbana, regulaciones y estrategias que haga de esta experiencia una única en su clase. Su Residencia se dará y tendrá con saldo millonario en la economía y con un impacto social sin precedente.
La autora es senadora por San Juan,
Aguas Buenas y Guaynabo
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