Tres latinoamericanos para la historia
- Editorial Semana
- 22 may
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Por: Prof. Luis Dómenech Sepúlveda
Aunque se formaron y educaron con diferentes visiones existenciales, América Latina acaba de perder a tres de sus personalidades más influyentes de la dimensión histórica del escritor peruano, Mario Vargas Llosa, el argentino Jorge Mario Bergoglio y el uruguayo, José ‘Pepe’ Mujica. Definitivamente, cada uno de ellos pasará a formar parte de las páginas doradas de la historia a la hora de actualizar la trayectoria de nuestra América. Se trata de lo más selecto y depurado del legado latinoamericano de todos los tiempos aun desde sus respectivas posturas y visiones del mundo en que nos ha tocado vivir.
El peruano, Mario Vargas Llosa, ex profesor visitante de la UPR-Río Piedras en 1969, ha sido uno de los escritores latinoamericanos de mayor prestigio literario. Autor de múltiples novelas, ensayos, cuentos, dramas y periodismo, se convirtió en 2010, en el sexto escritor latinoamericano en recibir el prestigioso premio Nobel de Literatura uniéndose, por mérito propio, a la chilena Gabriela Mistral, al guatemalteco Miguel Ángel Asturias, al chileno Pablo Neruda, al mexicano Octavio Paz y al colombiano Gabriel García Márquez. Cabe destacar que otros once latinoamericanos han sido reconocidos con premio Nobel de la Paz y la Medicina.
Por su parte, el argentino Jorge Mario Bergoglio (Papa Francisco), descendiente de italianos, se convirtió en el primer latinoamericano en ocupar la máxima jerarquía de la Iglesia Católica. Sus enseñanzas durante sus 12 años en El Vaticano lo convirtieron, por mérito propio, en uno de los Papas Católicos más respetados, venerados y de trascendencia histórica de todos los tiempos. Fue un férreo defensor de la dignidad humana, la paz mundial, la justicia social y la compasión por los emigrantes. Sin temor a equivocarme, entiendo que el Papa Francisco, colocó a la Iglesia Católica en su máximo pedestal de vanguardia social ante los ojos del mundo al lograr ser escuchado no solo por católicos, sino también por ateos y agnósticos.
Y no menos prominente, es el caso de José ‘Pepe’ Mujica. Sus enseñanzas de humildad, decencia, moralidad y sana administración pública durante su presidencia de Uruguay son referente obligado para los gobiernos contemporáneos. Vivió a la altura moral de líderes universales de la magnitud de Nelson Mandela, Mahatma Gandhi y Martin Luther King. Tras 14 años encarcelado y torturado por pertenecer a la entonces guerrilla “Tupamaros” (Movimiento de Liberación Nacional de Uruguay que combatió la tiranía, la corrupción y el saqueo público), Pepe Mujica ocupó varios puestos públicos antes de ser electo, democráticamente, presidente de Uruguay en 2010. Lo demás es historia.
Como presidente de Uruguay, Pepe Mujica fue ejemplo de humildad, desprendimiento y moralidad pública: Veamos: (1) Rechazó vivir en el Palacio Presidencial, (2) Usaba su propio vehículo Volkswagen, (3) Donaba su salario para causas benéficas, (4) combatió el consumismo compulsivo, (5) Dio apertura a los emigrantes, (6) Reconoció el derecho al aborto, (7) legalizó el matrimonio del mismo sexo, (8) Legalizó la marihuana y (9) nos enseñó a ser mejores seres humanos, más solidarios y mejores gobernantes.
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