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  • Foto del escritorEditorial Semana

William Miranda Marín, el alcalde del nuevo país


Por: Aida Mendoza Rivera


El pasado 23 de septiembre se conmemoró el natalicio de un gran cagüeño que fue un roble en cada una de sus metas, William Miranda Marín. Al igual que el beato Carlos Manuel Rodríguez hacia bien todo que se proponía hacer.


En tiempos donde nuestro país se encuentra en una crisis de incompetencia de gobernabilidad, vale la pena recordar a las personas que hicieron la diferencia en cada acción que realizaron. Cada paso, cada pensamiento daba como resultado una obra de cambio y de transformación para su pueblo. Su voz y su pensamiento eran de avanzada.

William Miranda Marín fue el alcalde de Caguas número veintisiete en ocupar este cargo desde la invasión norteamericana a la isla. Hijo de José Miranda Gómez, un cortador de caña de azúcar, y Rafaela Marín, trabajadora del tabaco. Miranda Marín nació en el barrio Tomás de Castro un 23 de septiembre de 1940.


En 1997 tomó las riendas de su querido pueblo y se propuso transformar su ciudad. Willie, como cariñosamente lo llamó su gente, fue un gran ser humano, político, alcalde y servidor público. Su obra sigue vive en cada uno de los cambios en la infraestructura cagüeña: Corporación Bellas Artes de Caguas, el Jardín Botánico William Miranda Marín, INTECO (Iniciativa Tecnológica Centro Oriental) para promover el desarrollo económico con diversos planes, que incluyen una Incubadora de Negocios así como la Escuela CIMATEC, para estudiantes talentosos en ciencias y matemáticas, y el NOVOTREN, el proyecto del tren de San Juan a Caguas; el Centro Criollo de Ciencia y Tecnología del Caribe (C3Tec) un centro interactivo para motivar el interés en niños y jóvenes en estudiar ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés); el Banco de Desarrollo Centro Oriental (BADECO) que facilita financiamiento a pequeños empresarios; la Corporación SANOS, que brinda servicios de salud a la población de Caguas gracias a fondos federales de centros 330; y la Corporación Juvenil para el Desarrollo de Comunidades Sustentables, que enfoca el área agrícola, con participantes desde los 16 años. Fue reelecto en 2000, 2004 y 2008 y gobernó Caguas hasta su deceso en el 2010.


Sin duda su legado es inmenso no tan sólo por la obra que hizo en el Municipio de Caguas, sino por el hecho de que sembró la esperanza en tantos puertorriqueños, de todas las ideologías políticas, de que un mejor Puerto Rico es posible. Su claridad al concebir el desarrollo socio-económico como un proceso de integración social fue clave en los grandes logros obtenidos en Caguas. Para Willie el desarrollo no era para el pueblo era con el pueblo.


No podemos obviar su espíritu filántropo, fue líder voluntario de numerosos proyectos cívicos y culturales, presidió la Junta de Directores del Coro de Niños de San Juan y la Junta de Directores del Instituto de Servicios a la Comunidad (INSEC) entre otros. Se desempeñaba como Presidente del Movimiento AERYC –América-Europa de Regiones y Ciudades, y además, como Copresidente de la Junta de Directores del Centro para la Recaudación de Ingresos Municipales (CRIM), organización que también presidió durante el cuatrienio de 2000 a 2004.


Su amor por su pueblo de Caguas lo hizo describirse mediante los símbolos de Caguas afirmaba: “Enfrentaré este guaraguao al igual que lo hace el pitirre, seré fuerte como el roble y volveré a renacer como el moriviví”


Él y su pueblo eran uno y había un profundo orgullo el uno en el otro.

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